Con los pies en el suelo

Escrito por: 5 más el descuento

martes, 30.08.2011

ES LO QUE HAY – La columna de Ángel Floro

Para desgracia de algún aguafiestas, hemos disfrutado del Albacete 4-2 Montañeros durante unas pocas horas. Tocaba. Son muchos años de sinsabores y, después de tantas amarguras, hay puesta mucha fe e ilusión en este Albacete 2.0. Y ya no sólo en las cafeterías, sino en la afición Prueba fehaciente de ello es la cola de ¡¡hasta 50 metros!! en las taquillas, paraguas en mano, para ver a un rival que, a priori, no tiene mucho cartel.

Todavía es pronto, muy pronto, para el optimismo, pero todo indica que ese pasito atrás que supuso el descenso ha podido venir bien para replantear muchos conceptos. Centrados en la parcela deportiva, la que más nos interesa, a cargo de profesionales del fútbol. Entiéndase por profesional aquel que no da nada por sentado, aquel que le dedica a su profesión las mismas horas que cualquiera de nosotros y, sobre todo, aquel que mima su trabajo.

El míster no salió contento del estadio. Y es que, aunque fue un encuentro vistoso para el espectador por lo sucedido en el terreno deportivo -y extradeportivo-, no es el partido que gusta a un entrenador, especialmente si tenemos en cuenta los desbarajustes defensivos. No obstante, es cierto que el desarrollo del partido invitaba a una relajación que probablemente no se hubiera producido con un resultado más ajustado.

Otro  problema en el cual Antonio Gómez hizo especial énfasis fue la presión: El equipo había concedido más espacio del deseado al rival, lo que propició más de un quebradero de cabeza. Afortunadamente, con el paso de los minutos se fue corrigiendo, se empezó a concretar y llegaron los goles. Cuatro tantos que pudieron ser ocho si Tete o Domene hubieran estado más acertados de cara a portería.

En el lado positivo, es de justicia señalar a los dos puñales de las bandas: Adriá y Tete. “A sus pies, pequeños genios”, titulaba Oliva tras el partido de Getafe. La segunda parte que se marcaron ayer fue de escándalo. Le dieron al partido una intensidad que hizo vibrar a una afición entregada a su equipo. El valenciano está integrado e implicado al 101%; el segundo va a dar mucho juego, sobre todo en el Carlos Belmonte.

El rival no dejó mala impresión. Tuvo oportunidades para ponerse por delante en el electrónico y, por momentos, puso en serios aprietos a los blancos. Los gallegos intentaron jugar, aunque a veces fallaban los apoyos. Eso sí, atrás deben cambiar el chip si no quieren pasarlo mal, singularmente en los partidos que disputen fuera del Elviña Grande.

En resumen, satisfacción por la segunda victoria del Alba. Pero con los pies en el suelo. Es hora de seguir trabajando de cara a los próximos compromisos ante dos rivales que pueden empezar a marcar el devenir de los de Gómez en esta difícil singladura por el Grupo I de la 2ªB española.