Escrito por: Javier Robla

sábado, 07.07.2012

Está costando tanto en los despachos como en lo deportivo. El club manchego tiene el dinero, tiene la prioridad, y sigue sin tener una plaza en segunda B.

La RFEF no deja de poner trabas a los equipos que quieren ocupar una plaza en la categoría el año que viene. Tras ser el primer equipo en mostrar su interés en comprar la plaza y el primero en tener el dinero, la nueva traba desde la federación consiste en exigir tanto a Villarrobledo como al resto de equipos que quieren comprar, un aval de 200.000 euros, aparte de poner el dinero para comprar la plaza e indiferentemente de la situación financiera de cada club. No asi a los filiales, a los que no se les pide ese aval.

En los últimos días la RFEF está dando un triste ejemplo, ya que está complicando las cosas cada vez más a los equipos y la falta de información está siendo muy criticada. La decisión de pedir un aval surge ahora cuando varios equipos ya se han posicionado para comprar una plaza. 190.000 euros en metálico y un aval de 200.000 euros más empieza a ser un precio demasiado caro.

La lucha de los roblenses pasa ahora, junto con la del resto de equipos, de eliminar la exigencia del aval, surgido para garantizar los futuros sueldos de los jugadores y evitar nuevos casos de impagos futuros. Sin embargo, equipos como el Racing de Santander pueden comprar una plaza en la categoría para su filial en mejores condiciones a pesar de estar en ley concursal. Situación cuanto menos injusta.

Desde Villarrobledo se espera que éste sea el último obstáculo en un camino que cada día le complican más. El levantamiento del aval le haría equipo de la categoría, una vez que la RFEF por fin ha hecho oficial la disponibilidad de tener la plaza a los rojillos.

Mientras tanto, los filiales con presentar los 190.000 euros ya les basta. Trato de favor hacia los filiales bastante vergonzoso.

Realmente es posible que el proyecto de la liga de filiales salga adelante, el problema es que van a conseguir que sea la Segunda B