Fue a mediados de abril en un Arroyo- Albacete cuando la peor de las noticias posibles para un futbolista se confirmaba para el extremo Israel Bascón. Una rotura del ligamento cruzado se ponía en su camino y le hacía recibir un parte de baja para los posteriores seis meses. Como mínimo hasta octubre iba a permanecer sin jugar y con el consiguiente retraso en su preparación para volver a los terrenos de juego, una parte importante de la nueva temporada le haría estar sin poder demostrar su valía para tener minutos en Segunda.

El Alba entonces le dio la tranquilidad necesaria para centrarse en su recuperación y le comunicó su renovación para el siguiente curso, y fue así como empezó a trabajar en un proceso que se presuponía largo y duro. Y así está siendo, aunque la evolución de Israel está sorprendiendo a todos y parece marchar a mayor velocidad de lo esperado. No sería de extrañar que se recortaran bastantes semanas al periodo de baja inicialmente previsto, y aunque se quiere tomar con cautela su vuelta a la competición, ciertamente hay motivos para el optimismo con el extremo.