Escrito por: 5 más el descuento
miércoles, 22.10.2014
Cuando se cumple el primer año de José Miguel Garrido como presidente del Albacete Balompié, la estabilidad institucional reinante ha pasado a ser la que domine en un club poco acostumbrado a ello. Jugadores y empleados cobran sus nóminas al día, y aunque esto no debería ser nunca noticia, lo cierto es que la situación que vivía el Albacete hace justo doce meses era bien distinta. Ejemplo de ello la situación que vivía el que a la postre se convirtió en uno de los mejores delanteros de la categoría, el pichichi Rubén Cruz, cuya crítica situación era explicada por el presidente Garrido hace varios días en una entrevista en el AS:
El club estaba muerto. Se debían siete meses a los empleados y cuatro a la plantilla. No había profesionalidad. Un drama. Basta con recordar un ejemplo: Rubén Cruz, nuestro pichichi en 2ªB con 27 goles, no se fue de milagro. Cuando llegué quería irse de monitor al ayuntamiento de Écija porque no aguantaba más deudas y no sabía cómo decirles a sus hijas que, un día más, no había cobrado sus 1.300 euros de salario.
Artículo íntegro en http://futbol.as.com/futbol/2014/10/14/mas_futbol/1413240903_160698.html
