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martes, 29.11.2016

El pasado domingo se celebró en Albacete la trigésimo novena y última prueba del Circuito de BTT, que desde el mes de enero llevaba recorriendo prácticamente todos los rincones de nuestra provincia: llanuras, sierra, lagunas como las de Ossa de Montiel y Pétrola, largas y duras  maratones como  por ejemplo la Inmortal de Caudete…en definitiva un Circuito muy equilibrado, que tiene pruebas para todos los gustos y todas las condiciones físicas de los ciclistas. Este fin de semana le tocaba el turno a la llanura de Albacete, carrera rápida donde las haya, con un recorrido sin prácticamente ninguna dificultad orográfica realmente dura, pero donde sin embargo, se rueda a un ritmo vertiginoso, desde la salida hasta el final, lo que la hace también una prueba difícil, muy rápida y nerviosa, y muy peligrosa en muchos momentos. Todo esto se sabía de antemano, siendo además Albacete un escenario especial, donde a todos los corredores les resulta todavía más especial la victoria.

Con todos estos condicionantes, a la hora señalada, las diez de la mañana, se daba el pistoletazo de salida para que se dispusieran a pedalear los más de ochocientos corredores inscritos, cifra muy similar a la del año pasado. La lluvia, que no paraba de aparecer en todas las previsiones del tiempo, no hacía acto de presencia hasta bien entrada la mañana, evitando que la mayoría de los corredores tuviesen que pedalear con ella. Eso sí, del barro no se libraron, siendo no obstante llevadero, y más, teniendo en cuenta a las difíciles condiciones con las que tienen que lidiar estos corredores de bicicleta todo terreno, que están acostumbrados a condiciones todavía mucho peores.

La distribución normal de las pruebas del Circuito, reducidos grupos de corredores, muchos que llegan de uno en uno, dejó paso a otra composición más propia del ciclismo de carretera, grandes pelotones de más de veinte corredores que trataban de aprovechar la rueda de su compañero para protegerse del aire y así poder aguantar las altas velocidades medias que se registraron en el día de ayer. El pelotón cabecero sin embargo, no estaría formado por tantos corredores y lo haría con solo cuatro, entre los que se encontraban Yago Sardina, el campeón del Circuito Alberto López de Bicicletas El Hellinero, Iván Martínez del HM Bikes-BMC y César Ruiz, del Bicicletas Manolín-Hostal Restaurante Los Bronces.

Con esta distribución se llegaba a la recta final de meta situada en la Avenida de España con Calle Historia, donde Yago Sardina sería el más rápido, anotándose una victoria más, la quinta consecutiva y la décimo cuarta del Circuito, que lo vuelven a ratificar como el corredor más en forma del momento. En segundo lugar entraría Alberto López, que a pesar de tener la general del Circuito matemáticamente asegurada, no quiso dejar la oportunidad de poder ganar en uno de los lugares donde lo vio coronarse vencedor por primera vez de una prueba del Circuito, corría entonces el año 2014 cuando Alberto se adjudicó la prueba. El tercer lugar del cajón lo ocuparía Iván Martínez, que pese a ser una prueba radicalmente opuesta a su genética de escalador, supo defenderse como gato panza arriba, demostrando que cuando uno está en forma, en cualquier terreno se va bien, aunque no sea el más propicio para tus condiciones.

En la categoría femenina nueva demostración de Verónica González, que si encaraba una prueba muy acorde a sus características de rodadora, añadiendo este triunfo a los otros dieciséis que atesora esta campaña y que la han hecho por méritos propios adjudicarse la General Femenina por segundo año consecutivo. En el recorrido alternativo destacar la exhibición del italiano Generoso Polese, que salió como un obús y marcó un ritmo altísimo durante los veintisiete kilómetros, que le sirvió para aventajar holgadamente al segundo clasificado. En la categoría femenina del alternativo fue María Teresa Alfaro, la que se anotó el triunfo.

Circuito por tanto concluido, con buen sabor de boca, éxito de participación y una excelente organización del Ayuntamiento de Albacete y del Instituto Municipal de Deportes, que dispuso más de un centenar de efectivos para que todo saliese perfectamente. Al final, aperitivo, comida de hermandad y entrega de trofeos, amenizada por la batukada que dejó un buen sabor de boca en todos los participantes y ganas de volver ya a pedalear en el XI Circuito Diputación, que a buen seguro, será como mínimo, tan exitoso como el anterior.