Escrito por: Hugo Piña

viernes, 18.11.2016

Durante el transcurso de esta semana conocíamos la destitución de dos entrenadores más en el grupo dos. Y casualidad o no, parece que la visita de estos dos técnicos al Carlos Belmonte de Albacete no les sentó precisamente bien en su futuro más inmediato como preparador de su respectivo equipo de fútbol.

Por un lado esta semana conocíamos la salida del técnico del Sanse, Diego Montoya quien tras los últimos resultados cosechados había llegado a un acuerdo con el equipo del norte de Madrid para rescindir su contrato. Mala suerte la de este joven entrenador que entre sus últimos partidos en el equipo sansero tuvo la fortuna de sentarse en el Belmonte. Su salida además estuvo acompañada del también director deportivo del cuadro madrileño, ya que Luis Mayor también ha salido esta semana de la entidad tras los malos resultados cosechados.

Por otro lado está el entrenador del Logroñés, Carlos Pouso quien como su homónimo en el Sanse llegó al ‘acuerdo’ con su club para rescindir el contrato como entrenador del primer equipo. Pero la nota curiosa en este punto la pone el preparador vasco, ya que no suele ser habitual que un entrenador sea cesado de su cargo pero se quede en el club; al menos como director deportivo y con la principal tarea de buscar a un sucesor para su propio cargo. Extraño cuanto menos y más en una entidad como la UD Logroñés, con toda la masa que arrastra en la división de bronce.

Estos dos técnicos que habían visitado el Belmonte se suman así al técnico del Sestao River, Jon González quien en los últimos días también fue cesado de su cargo como preparador del equipo sestaotarra. Se da la casualidad también, de que el Sestao River ha sido otro de los equipos que ha pasado por el Belmonte en este inicio de campeonato, siendo el asiento del feudo albacetista un asiento ‘peligroso’ para los entrenadores del grupo dos; de 7 que se han sentado 3 están fuera ya de su cargo.