Escrito por: Hugo Piña

lunes, 27.02.2017

No se le puede achacar nada al técnico del Albacete en la tarde de ayer. Y es que con derrota momentánea en la segunda parte, el de Ponferrada agitó el árbol tantas veces como pudo, dando entrada a jugadores de carácter ofensivo o cambiando el sistema táctico en pos de conseguir sacar algo positivo del partido ante el Gernika.

De entrada el preparador berciano volvió al sistema que ha conseguido darle el liderato, con un centro del campo plagado de titulares como Josán o Dani Rodríguez. Se dejó los ‘experimentos’ para otro momento y aunque el equipo encajó gol al comienzo del choque, poco o nada de culpa tiene un entrenador que mediada la primera parte tendría que realizar su primer cambio. Confió en Manzano y la mala fortuna hizo que se lesionase el único lateral que ayer no tenía recambio, pues Galas sufría algunas molestias que le impidieron entrar en la convocatoria. Mode tuvo que salir a cubrir la posición izquierda, siendo el sevillano diestro y cambiando poco después de lado. La veteranía de Arroyo fue superior e hizo que el técnico Aira confiase más en el cambio de pie de Álvaro para situar así a Mode en su puesto más natural, la izquierda.

Con todo y con eso, el técnico José Manuel Aira no pudo respirar tranquilo, pues ya en la segunda parte y con el golazo de Gorka que hacía caer momentáneamente al líder en casa, tendría que agitar nuevamente el árbol para buscar soluciones al problema. Y a decir verdad, guste o no el estilo del Albacete este año, el técnico leonés demostró tener carisma; sacó del verde a uno de los defensas centrales como Gaffoor para dar entrada a un mediocentro ofensivo como Iván Sánchez en el 57′. Sin pivote y con cambio de estilo táctico, el Albacete intentaba acumular así más gente en el área del Gernika.

No parecía dar resultado sin embargo, y es que la insistencia del Alba estaba carente de una mayor velocidad al balón que hacía impenetrable el muro planteado por los de Gernika. Y como no había premio, el entrenador del Albacete Balompié, en un acto pocas veces vivido en el Carlos Belmonte, decidió dar entrada a Aketxe, un delantero que salió por uno de los laterales. Así, todo el carril izquierdo quedó para Iván Sánchez, quien había salido en la segunda parte y estaba fresco físicamente para acumular hasta tres delanteros en el área del Gernika.

El final del partido lo saben ya, pues la fortuna insistida de los jugadores consiguió doblegar a un Gernika que planteó -demasiada- batalla ayer. Pocos serán los que reconozcan el trabajo a la sombra del dibujo de ayer, donde el entrenador del Albacete se jugó el todo por el todo con cambios ofensivos que pocas veces se han podido ver en la historia contemporánea del equipo que sigue manteniendo el liderato del grupo segundo.