Escrito por: Hugo Piña
miércoles, 20.12.2017
Se acabó el 2017 para los intereses del Albacete Balompié. Anoche y con un meritorio triunfo (el primero como local esta temporada), los de Enrique Martín Monreal cosecharon otros tres nuevos puntos que le hacen, curiosamente y parafraseando lo que dijo a su llegada a La Mancha el pasado mes de octubre, divisar la zona media de la tabla clasificatoria.
Se pone así punto y final de un año que ha sido, en todos los sentidos, uno de los mejores cursos que se recuerdan de la época contemporánea de una entidad que hace justo dos temporadas, descendía a Segunda B para dejar muy en entredicho su viabilidad. Sin embargo el buen hacer de una plantilla comprometida en el campo (la del curso pasado y ésta) y la fortuna en según qué casos, ha hecho que a día de hoy el club tenga vistas de futuro.
El 2017 concluye con el bagaje de un ascenso a Segunda División, la compraventa de la entidad por unos gestores serios y comprometidos que mantienen la ilusión por el proyecto y sobre todo el sabor de pasar unas navidades fuera de la zona de descenso. A todo ello y casi de manera circunstancial se ha de añadir que el Alba ganó anoche lejos de casa, por primera vez en lo que va de curso, haciendo que todas las sensaciones redoblen en intenciones positivas de un Alba que está de suerte.