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jueves, 29.11.2018

El Albacete Balompié está ofreciendo uno de los mejores arranques ligueros de su historia, y aunque el claro objetivo es y seguirá siendo la permanencia, los manchegos no renunciarán a nada y en caso de continuar así durante la segunda vuelta se podría incluso soñar con metas mayores. Sin embargo, para mantenerse en la parte alta de la tabla parece inevitable buscar nuevos revulsivos que sorprendan a los rivales en la segunda vuelta y ayuden a mantener el nivel. Eso al menos es lo que sucedió en el último ascenso a Primera, quedándose aquel mercado de invierno de la 2002/03 como el claro ejemplo de lo importante que puede llegar a ser acertar en dicho mercado.

Fueron tres los fichajes ese año: Jandro (acabó como el noveno jugador con más minutos de la temporada y marcó 7 goles), Pablo Sierra (16 partidos de titular en el tramo más determinante) y Delporte (jugó 21 partidos, todos como titular). Estos tres refuerzos a la postre resultaron decisivos para que César Ferrando pudiera mantener al equipo entre los tres primeros de Segunda. Quizás ahora, y aun con la prudencia de saber que la permanencia es lo principal, aquel período de fichajes pueda servir como referencia para los técnicos del actual Alba.