Escrito por: Rubén Oliva

domingo, 09.12.2018

Tras la tormenta vivida en la noche del sábado por la nefasta -y lo peor, esperada- actuación de Figueroa Vázquez contra el Albacete Balompié, muchas fueron las voces que reclamaron del club una enérgica protesta pública por los arbitrajes que se vienen sufriendo durante la temporada, especialmente incardinados en la figura de Roman Zozulia.

Desde el club se muestra un claro descontento por lo vivido contra Osasuna y no son ajenos al malestar de sus aficionados, pero se prefiere mantener prudencia en sus actuaciones y tanto en el asunto arbitrajes como en cualquier otro relacionado con la competición (en su día los malos horarios en sus partidos como local, por ejemplo), siempre se actúa con la máxima discreción. El club colabora y mantiene las debidas relaciones con los organismos oportunos (LFP y RFEF), para que sea a través de esos contactos y de forma ‘interna’ pedir que el trato hacia el Albacete Balompié, tanto dentro como fuera del campo, sea correcto e igualitario.

Hacer manifestaciones públicas, comunicados o declaraciones incendiarias, no solucionaría nada a juicio de los dirigentes de la entidad, que prefieren mantener las formas y ‘de puertas para adentro’ mantener los contactos precisos para defender los intereses del Albacete.

Por cierto que desde el club se está estudiando un posible recurso contra la segunda amarilla que vio Zozulia en el partido contra Osasuna.