La reacción más emotiva de la historia del Carlos Belmonte (Opinión)

Escrito por: Rubén Oliva

martes, 18.06.2019

Somos una afición fría. Que no anima en exceso, cargada de ‘come-pipas’ y ‘sube-carros’. Que se contagia de los largos y fríos inviernos de la ciudad. Que le cuesta llenar el estadio y que a veces no tira del equipo hasta que el equipo tira de ella. Pero sí, somos la mejor afición de España. Una afición que ha viajado toda la temporada acompañando a su equipo, compartiendo las calles y bares de todos los rincones de España con las aficiones locales y siempre sin incidentes. Hace quince días, sin ir más lejos, ovacionados por la afición del Almería. Una afición tranquila, respetuosa y valorada por el resto de seguidores nacionales.

Y agradecida, en sintonía con la forma de ser del albaceteño medio. Una afición que aplaude el sprint de un jugador para evitar que un balón se vaya fuera, por ejemplo. Y una afición que entiende momentos como el del domingo pasado. Porque ha habido reacciones espectaculares de la afición del Alba y luego está lo que se vio en el Belmonte al acabar el partido contra el Mallorca. Quince minutos de ovación y de ‘¡Alba, Alba!’, sin que nadie se moviera de su butaca. El más bonito reconocimiento dado a un equipo en la historia de la afición albacetista. Piel de gallina y ojos vidriosos viendo a una plantilla inolvidable, pero más aún comprobando cómo la afición del Alba siempre guarda una respuesta cuando menos te la esperas. Pues sí: la mejor afición de España.