Mercadillo de verano (Opinión)

Prueba irrefutable de que el Albacete Balompié está en muy buenas manos es el modo en cómo se está llevando la pretemporada y los vaivenes a la hora de fichar o dar puerta a los jugadores que finalizan contrato o tienen mejores ofertas. Nadie es imprescindible, parece ser el lema del Club, y por nadie el Club va a dejar tiritando la hucha.

Estas son pequeñas muestras de lo que es llevar una empresa, porque no nos engañemos, el fútbol ayer, hoy y siempre, fue, es y será un negocio. Razón por la cual, lo que ahora se haga bien o mal, repercutirá inexorablemente mañana. Y si pensamos que hace un cuarto de hora estábamos a punto de desaparecer y hoy, estamos haciendo planes, renovando céspedes y somos vistos entre los profesionales como una sociedad fiable, pues no me digan que no hemos avanzado. Todos saben, jugadores y técnicos, que el Albacete no es un agujero negro, sino un trampolín. Dejémonos querer, pero huyamos de las peligrosas vanidades sobrevenidas. Guardemos la autoestima en botes de conserva y a buen recaudo, para cuando vengan los malhadados pedriscos.

Entramos en nuestra tercera temporada consecutiva en Segunda, en la rutilante Liga123, con lo que las cuentas están empezando a cuadrarnos y, así y todo, no veo a nadie de los de arriba con ánimo de tirar con pólvora del rey. El verano es muy largo, queda un mundo para que empiece a rodar el balón en serio y hay margen para comprar y vender sin necesidad de malcomprar o malvender. Paciencia y cautela. Y tino y suerte.

Quizá sea nuestro fatalismo, tan manchego él, el que nos está permitiendo vivir el malogrado ascenso sin ningún aspaviento y sin echar cuentas de lo mal que nos trataron los árbitros. A lo mejor no hay mal que por bien no venga, puesto que esta temporada nos ha venido la mar de bien para poder afianzar el proyecto, ya que un ascenso hubiese quizá, obligado a improvisar y hacer sobreesfuerzos para afrontar una categoría, a día de hoy, difícilmente soportable. Este año debe servirnos para pergeñarnuestras posibilidades, asentarnos en la elite y preparar el salto sin sobresaltos.

El año pasado por estas fechas, estábamos peor y no digamos hace apenas dos veranos, razón por la cual conviene que los aficionados nos vayamos tranquilos de vacaciones, que el Alba está en buenas manos. La base humana y técnica y táctica está garantizada, ya sabemos que podemos mirar a la cara con naturalidad a cualquiera y, lo más importante, Albacete ha vuelto a ocupar las páginas deportivas más señeras y no las de sucesos.

Más allá de las impaciencias y los pitos extemporáneos, el personal está con el Equipo se verá durante la renovación de los abonos, como se vio a la hora de despedir una temporada exitosa ypor cómo hemos recuperado un brillo que nunca debimos haber extraviado. Veo en la gente sonrisas maliciosas, como cuando el crío acaba de perpetrar la travesura, sonrisas que auguran buenos tiempos, a lo peor es una expresión de deseo, y sólo me pasa a mí, el caso es que yo estoy orgulloso del año que me ha regalado mi Alba. También les confieso que, desde ya, firmo la permanencia para la temporada que se avizora. Una vez que lleguemos a los cincuenta puntos, lo celebraremos y veremos qué podemos hacer;mientras tanto, sigamos protegiendo el proyecto.