Karim Azamoum recibe una falta de Montero. CEDIDA: ALEXANDRE VARELA

6 árbitros y un penalti birlado al Albacete Balompié: Esto es ¿fútbol o karate?

Escrito por: Hugo Piña

jueves, 12.09.2019

Qué fácil es pitarle al Albacete Balompié. Solo así se entiende que la imagen que pueden apreciar no terminase, tan siquiera, en falta o revisión del ‘famoso’ VAR el pasado fin de semana.

Corria el primer minuto de partido en Riazor cuando el Alba, presto a infundir presencia ofensiva, llegaba al área rival. Fue entonces cuando, a los 27 segundos, Karim Azamoum recibió la falta (dentro del área) y en la que ni Milla Alvéndiz ni tampoco los árbitros de VAR consideraron señalar nada punible sobre una acción que debería haber motivado algo más que la falta de Montero (dorsal 15) sobre el albacetista.

6 árbitros en total (más un operador de cámara) y ninguno llegó a apreciar que esa acción (de la que ahora tenemos nuevas imágenes) fuese merecedora de falta, y por consiguiente penalti y expulsión a favor de un Albacete Balompié que apenas lleva un mes de competición y al que ya le han comenzado a perjudicar las decisiones de los jueces.

Capturas Movistar LaLiga del Deportivo-Albacete. MOVISTAR

¿FALTA O JUEGO PELIGROSO?

Es el gran debate que se mece sobre el aficionado cinco días después. La realidad es que esa misma acción es, reglamento en mano, merecedora de juego peligroso, si bien, la continuación de la misma, en la que el defensa arrolla a Karim Azamoum hace que esa misma falta se convierta en penalti. Y también, al ser el último defensa, en expulsión.

Karim fue arrollado (con el balón controlado con el pecho, tal y como se puede apreciar en las imágenes) además de ver como el defensa ponía en serio riesgo su cara, con las botas a la altura de la cabeza y con la plancha por delante. Toda una falta ‘de manual’ que pasó de juego peligroso a penalti y expulsión en apenas unos segundos. Eso sí, los 6 árbitros (y el operador de cámara) que tenía el partido en Riazor no consideraron que ‘eso’ fuese ni falta ni acción de VAR.