Escrito por: Hugo Piña
martes, 08.10.2019
Aquel Valladolid – Barcelona de 2018 quedará para la posteridad como el partido de fútbol que se jugó sobre un campo en el que el terreno de juego no estaba, ni de lejos, en las condiciones adecuadas para la práctica profesional del balompié.
Aquel episodio, dantesco y que recorrió el mundo entero, tuvo consecuencias negativas para todas las partes, desde el propio club local y hasta el seguro de estos, que, días después tuvo que hacerse cargo -de parte- del cambio de césped para seguridad de los jugadores que por él pisaban y realizaban la práctica del fútbol.
Por entonces, el Real Valladolid se encomendó a la empresa de reconocido prestigio nacional denominada Novogreen. Esta instaló y gestionó el terreno de juego para entonces en el José Zorrilla como en el Carlos Belmonte, durante el verano. Usando los meses de ausencia de competición, empresa y Club se pusieron manos a la obra para cambiar el terreno de juego, que en el caso del Pucela se inauguró contra el FC Barcelona en un partido que pasara a la historia negra de LaLiga.
El césped se levantaba y las quejas por jugar en dicho terreno de juego se elevaron a todas las instancias. De hecho, responsables de Novogreen salieron al paso mediante una nota de prensa, en la que se arguyo lo siguiente:
Ante las distintas opiniones volcadas en los medios de comunicación a propósito del estado del terreno de juego del Real Valladolid en su encuentro del sábado 25 de agosto ante el F.C. Barcelona, la empresa quiere comunicar que:
— Nuestra tarea fue exclusivamente el suministro del césped. Novogreen es efectivamente experta en este tipo de instalaciones, un trabajo que en esta ocasión se encargó a un tercero.
— El césped estaba en perfecto estado, tal y como todos pudieron observar antes de que se iniciase el encuentro.
— Dicho césped, como es norma en el sector, pasa por distintas pruebas técnicas previas, como un mínimo de grosor (fijado en 28 mm; el césped suministrado tenía 35), fuerza de tracción (mínimo de 15 N/cm2; el césped suministrado tenía 25), 99% de sílice en el sustrato, ausencia de malas hierbas, uniformidad de color, así como otros parámetros técnicos.
— El césped, perteneciente a nuestro centro de explotación en Arévalo (Ávila), fue inspeccionado hasta cinco veces antes de la extracción e incluso durante ésta por la empresa encargada de la instalación.
— Se sustituyó, durante el suministro, por cuestiones estéticas y nuestra voluntad de ofrecer un servicio excelente, una ínfima cantidad de los rollos suministrados (8 rollos de 630), a petición del Real Valladolid.
— Ese mismo césped ha sido suministrado, sin incidencia alguna, para la realización de otro campo de la ciudad deportiva del Real Valladolid, y para otros campos de primer nivel en ciudades como Vigo, Gijón, Vitoria o Guimarães, todos ellos en perfecto estado. Nuestro sustrato y prácticas agronómicas hacen que sea un producto idóneo para la práctica del fútbol.
— Cuando el césped está en mal estado se rompe, y este no es el caso; como puede verse en las imágenes de televisión, el tepe se hunde en la arena del estadio y a causa de ello se levanta, apuntando a un problema relacionado con el modelo constructivo (no apto para jugar con tanta inmediatez).
— Que los retrasos en el suministro del césped, disponible desde cuatro días antes, no son imputables a Novogreen, como tampoco nos es imputable que algunos rollos pasaran entre 6 y 10 horas fuera de frío en espera de ser instalados
— Por todo lo expuesto, rogamos que no se nos impute el mal estado del José de Zorrilla. Queremos, finalmente, mostrar todo nuestro apoyo al Real Valladolid, y nos ponemos a disposición de sus profesionales para lo que necesiten para la pronta recuperación de su terreno de juego.
