Tiempo de templanza (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

viernes, 28.02.2020

El catecismo de la iglesia Católica define la templanza como la virtud cardinal que recomienda moderación en la atracción de los placeres y procura el equilibrio, asegura el dominio de la voluntadsobre los instintos y mantiene los deseos en los límites. Dice más cosas, como que su antónimo viene a ser la gula y aquí lanzo mi mea culpa, porque después del atracón de Minaya, dejo escapar una hipócrita lágrima de cocodrilo. Sin embargo, más allá de mis contradicciones, que no interesan a nadie, observo que tras la última victoria, el albacetista medio se ha venido arriba y ya sueña con jugar la Liga de Campeones el año que viene. De ahí mi llamado a la templanza.

Me despedí el otro día diciendo que todavía estábamos en la UVI, así que ya hab tiempo de echar cuentas, ahora lo más perentorio,es agarrarnos a la serenidad, sabiendo encima, que todo lo que tenemos por delante son finales, que todos tiran bocados y que ya no hay tiempo para probaturas. Es llegado el momento de ver,quién puede con la presión y quién no. Por arriba y por abajo. Nosotros, que nadie lo olvide, viajamos en el vagón de cola.

Llega el Rayo Vallecano de Madrid, con el cual arrastramos una vieja rivalidad que, tras lo sucedido en Vallecas en el todavía inconcluso partido de ida, ha tomado un cariz nacional. Hagamos abstracción de todas las barbaridades que se han escrito contra nosotros, y afrontemos el choque como un partido más. No miremos la clasificación, no echemos cuentas, dejemos que la confianza reinante no se desborde y encaucemos el optimismo que se ha apoderado de la mayoría del personal.

El Rayo estaba llamado a ser uno de los grandes favoritos y, tras no pocas dudas, parece que ha tomado el camino de la lucha por el ascenso. Ya hemos dicho aquí, que nos da igual jugar contra uno de los de arriba, que contra los de abajo, nuestro peor enemigo seguimos siendo nosotros mismos, aunque tras lo visto últimamente, parece que vamos cambiando la tendencia. Se trataba de eso nada más, dejar de dar y darnos lástima y empezar a parecer un equipo de fútbol, con estos simples mimbres, vamos a sacar la cabeza. Jugaremos mejor o peor, ganaremos o perderemos, pero el objetivo estará al alcance de la mano. Y, vuelvo a gritar: no perdamos la calma, que arrastramos demasiados demonios.

Tras los excesos del carnaval, llega el tiempo del recogimiento y la contrición, que ahí tenemos mucha faena; empleemos el tiempo de cuaresma como una penitencia, por no haber estudiado nada en todo lo que llevamos consumido de temporada.

Queda mucho trecho, pero mimemos a la suerte con trabajo para que ésta nos pueda ayudar a su vez. Creo que Lucas Alcaraz ha entendido el mensaje y las necesidades de nuestro Alba, conoce el paño y, como reza el dicho, no puede ser mal sastre. Teniendo en cuenta que juega contra el reloj, seamos exigentes a la vez quepacientes y dejemos la euforia, para cuando el oso ya esté cazado.

Templanza, inteligencia, paciencia y, por supuesto, honor y respeto para nuestro color blanco.