Todos lo sabemos (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

sábado, 08.02.2020

Por más discusiones que tengamos, todos sabemos de lo que estamos hablando: estamos en una crisis de imposible solución. Me recuerda a mis tiempos pretéritos del colegio, cuando en mi vida no había más que matemáticas, física y cosas igualmente endemoniadas, yo veía aquellas pizarras llenas de números, letras griegas, equis, derivadas, ecuaciones, ¿¡ecuaciones!?, un señor que hablaba y, aparentemente, encontraba lógica a todo aquella performance, y yo me decía, «esto, ¿realmente tiene una utilidad?». Mutatis, mutandis, viendo la trayectoria del último Albacete Balompié, ¿realmente tiene utilidad una pasión que históricamente se empeña en volver grupas, cada vez que está a punto de tocar el cielo?, ¿cómo se hace para deshacerse de semejante desatino?, ¿no hay psicólogos o terapeutas especializados en sacar a la gente sus miserias más autodestructivas?.

Se acabó la etapa Ramis e iniciamos la de Alcaraz, maravilloso pueblo, por cierto, pero el topónimo que dirige ahora los destinos del Alba, no sé si será capaz de enderezar un rumbo que tiene una pinta más que dudosa; aunque ojalá fuese tan dudosa como para pensar en milagros. Lamentablemente, por una cuestión de tiempo, no podemos concederle cien días de gracia, para comprobar si las nuevas pizarras son mejores que las anteriores. Mejor, sí serán, de eso no hay duda, lo que no sé es si serán lo suficientemente buenas, como para revertir la situación. Llegando a marzo, ya habremos visto suficiente, o sea que, en cuatro jornadas, ya sabremos a ciencia cierta cuál será nuestro futuro inmediato. Para alguno de mis amigotes, la única duda a despejares saber en qué grupo de Segunda B jugaremos el año que viene, los demás le mandamos callar, pero se nos pone una sonrisa temblorosa, que nos deja con las vergüenzas al aire.

Ojalá todo quede en un susto, aunque menudo susto, y tengamos algunos que comernos, sin siquiera patatas, todos nuestros escritos, porque cosas más difíciles se han visto en la tierra de losseñores del fútbol.

Recibimos a la SD Ponferradina sin embargo, con todos los respetos, a estas alturas ya da igual quién sea el rival, porque nuestro peor enemigo seguimos siendo nosotros mismos. Los contrarios se limitan a esperar que caiga la fruta madura, para recoger la cosecha. A ver si se produce el milagro y la conjunción de los nuevos aires, se mezcla convenientemente y los jugadores lo ven más claro.

Tanto da, por tanto, que hablemos del rival, de nuestra estadística particular, de si jugamos por la mañana, de si es domingo, de si esto o lo otro, lo único que cuenta es que juguemos a algo parecido al fútbol. Parecerá una provocación, pero ganar o no ganar, no es tan importante como lo es ir plantando las bases de un equipo. Los buenos resultados sólo se dan cuando hay motivos, la suerte viene y va, pero las buenas intenciones se maceran y sólo así se alcanzan los premios. Dejarlo todo al albur de un rebote y, para colmo, justificarlo, resulta poco convincente. Cuando se repite: suena a pasotismo, mezclado con pitorreo.