Empate de los buenos (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 02.03.2020

Nos las prometíamos felices yendo para el Charly. Nos visitaba el Rayo, equipo de campanillas, a pesar de sus cíclicas crisis, frente al resurgir de los nuestros, que ya nadie pone en duda. El hecho de ser ya un equipo de fútbol, predispone al aficionado a ver una justa entre iguales. Estamos empezando a salir del trauma en el que hocicábamos hace nada y, más allá del resultado final, las sensaciones que transmite nuestro Alba son buenas.

El VAR, el árbitro, la suerte, el rival, todo lo que ustedes quieran, pero yo veo que hay motivos para la esperanza. Cuántas veces hemos visto ganar a los nuestros y salir del campo con cara de circunstancias, sabiendo que no había motivo para el optimismo. La actitud es otra y, sí, sólo conseguimos un punto, pero vale mucho más que toda aquella racha de victorias, que se demostraron pírricas, porque ganábamos sin juego, sin plan, sin alma; ganábamos de milagro.

Los comentarios en el coche, las risas, los planes vaya, todo ha cambiado y no es que mi cuadrilla de amigos sea muy diferente de las otras que pueblan el universo Alba, no somos más que unos más, de lo que colijo que la parroquia está de vuelta. En realidad, los albacetistas, no nos vamos nunca, incluso cuando nos refugiamos en la melancolía, porque no tenemos más remedio, siempre dejamos un resquicio al “volveremos” y, los que peinamos canas o gastamos poco champú, soñamos con reverdecer viejas glorias. Me permito afirmar, abusando de la hipérbole, que antes de que el gallo cante tres veces, veremos a los nuestros haciendo guardia en garitas de más tronío.

El Rayo, ha sido una muy buena piedra de toque, y hemos podido constatar que somos capaces de tutear a toda la categoría. No es casualidad llevar cuatro partidos sin perder; es verdad que es una estadística raquítica, pero los muchos empates, encierran una cierta estrategia. Yo les confieso, que no tenía ninguna simpatía por Lucas Alcaraz, y semana a semana, constato que no sé mucho de fútbol, y menos de psicología: daba al grupo por desahuciado, pero él, no. Se ha hablado mucho de la pérdida de calidad respecto al año pasado pero, aún en los peores momentos, nunca vi que tuviésemos un plantel tan penoso. Alcaraz, que algo debe saber, ha hecho de psicólogo más que de entrenador, no quiero desde luego quitarle los méritos técnicos que atesora, que saltan a la vista, pero levantar un grupo hundido no es tarea fácil. La autoestima es lo primero que se resiente, y lo último que se recupera. Estos resultados, necesariamente van a llamar al optimismo.

Prueba irrefutable de cómo están los ánimos, es que, a pesar de los lamentos y, motivos hay para ello, volvimos atravesando la noche cerrada, aferrándonos al puntito, porque tras lo visto, creo que podemos respirar. Quedan muchas curvas y sorpresas desagradables, pero la gran noticia es que definitivamente, el Albacete Balompié vuelve a competir en igualdad de condiciones con el resto de la categoría.