Y vuelta la burra al trigo (Opinión)

Por más vueltas que le doy, no veo al Alba jugando en Segunda B el año que viene.

Empiezo así de bravo, porque mucho me temo que la temporada ya ha terminado. Tampoco me quiero poner ninguna medalla, pero eso es algo que se veía venir desde hace casi dos meses. Marear la perdiz, eso es lo que están haciendo, sobre todo LaLiga, o sea, Tebas, la Federación, o sea, Rubiales y, por último el Gobierno, o sea, ciertamente aquí no sé a quién señalar. Nadie tiene la exclusiva de la irresponsabilidad, sería injusto destacar a uno. Son muchos.

A lo peor me equivoco y sí, estaremos viendo fútbol en la tele durante julio y agosto, pero no las habituales pachanguitas y bolos de los torneos de verano, sino alta competición. Lo dejó ahí, pero mientras tanto, no pasemos penas por nuestro Alba: la temporada que viene, jugará en Segunda. Temporada que viene, por cierto, que no sabremos cuándo echará a andar. También parece que está confirmado el hecho de volver con los campos vacíos hasta, por lo menos, 2021. Por mucho que le quieran echar imaginación, las audiencias se van a resentir. Un partido a puerta cerrada es, más o menos, soportable en televisión, pero diez o doce, pues no termino de creérmelo. Tendrán que tirar de efectos especiales, para que aquello no parezca un partido de solteros contra casados. Javier Tebas puede seguir diciendo lo que le plazca, alarmando y llorando por los dineros que se dejarán de cobrar, pero que no se equivoque, si el fútbol pierde los millones que dice que va a perder, que se dé una vuelta y pregunte al aficionado medio a ver cuándo y cómo va a salir de esta crisis galopante que se avizora.

No hay que ser ningún bróker o tiburón de la bolsa, para prever que el fútbol, como el resto de la sociedad, va a sufrir un parón en todos los sentidos, desde los económicos hasta los emocionales. No sé cuánto se habrá rebajado el sueldo el gotha del fútbol español, europeo y mundial, pero no me han llegado noticias de que hayan decidido apretarse el cinturón. Produce hastío y vergüenza que olvide el preboste de Tebas, con inusitada frivolidad, que los que mantenemos el chiringuito somos la infantería, los que consumimos fútbol, los que en definitivamantenemos a millonarios, a televisiones y plataformas millonarias y los que sufrimos las caprichosas e injustas decisiones que se toman a nuestras espaldas somos la tropa; sólo faltaría que, si todo ha acabado, decidan descendernos.

Ahora nos tienen entretenidos con un calendario, que necesariamente sufrirá cambios, puesto que la crisis sanitaria todavía no está, ni mucho menos, controlada. Los jugadores, con buen criterio, no se fían y, siendo ellos los principales protagonistas, dudo que se consiga la unanimidad necesaria para volver a jugar a corto plazo. Por no hablar de la validez de los contratos, cuya prórroga está por ver si es legal y aceptada por las distintas partes. En suma, que seguimos en mitad del culebrón.

Más allá del bichito, digamos, chino, los albaceteños seguimos teniendo sobre la mesa dos dosieres de capital importancia: el futuro en Segunda de nuestro Alba y la anulación o aplazamiento de La Feria. Ahora mismo, no sé cuál es más prioritario, pero resulta desasosegante, en las fechas que estamos, estar todavía con el suspense.