Escrito por: Rubén Oliva
domingo, 05.07.2020
Ver un partido del Albacete Balompié se ha convertido en la mayor prueba para medir tu capacidad de no perder los nervios y aguantar en el salón de casa sin romper cualquier cosa a tu alcance… y eso que a estas alturas ya poco sorprende de este equipo. Aún así, cuando en el minuto 71 el Málaga se quedaba con diez por la auto-expulsión de Keidi Bare los habíamos con un cierto atisbo de esperanza de que esta vez sí podríamos sacar la victoria que daría media permanencia. Pero no, de nuevo no.
Se podrá decir que es un punto más, que otra semana sin perder, que aguantamos fuera del descenso, y mil eslóganes más. Pero la realidad es que es un mal resultado, y el equipo se ha vuelto a dejar dos puntos contra un rival directo que estaba contra las cuerdas. Al Alba le queda jugar contra el primero, el tercero, el quinto y el decimotercero (especialmente vital el partido contra éstos últimos, el Sporting, el próximo jueves).
El resultado fue justo, con ambos porteros teniendo actuaciones destacadas y con Brazao dejando en buen lugar el atrevimiento de Alcaraz en su once. Otra cosa no, pero el míster demuestra carácter a diario. También de la confección de plantilla se podrán vender eslóganes por doquier, pero ver a Pedro Sánchez de lateral derecho es la mayor evidencia del desastre de Mauro Pérez esta temporada.
El 0-0 final es un resultado a todas luces insuficiente jugando de nuevo diez contra once más de 20 minutos, sigue obligando al equipo a sacar dos victorias de los cuatro partidos que restan y no hace sino aumentar el sufrimiento de una afición que desea que esto termine cuanto antes.
