Escrito por: Rubén Oliva

lunes, 13.07.2020

En la antepenúltima jornada de Liga y con la salvación en juego, el Alba de Mauro Pérez ha acabado con el delantero Pedro Sánchez de lateral derecho, con un canterano como única opción para la delantera, con Caro y Azamoum como cambios a diez minutos del final con 1-0 abajo, con Arroyo y Barri para darle sentido al juego desde atrás y con Acuña de inicio sacando el balón del estadio en las ocasiones más claras. El que dijo que quería ser el mejor director deportivo de España y Skyline han metido en lo más hondo a un equipo que no da más de sí.

El 2-0 de Jonathas en el minuto 95 ha sido el colofón para una noche negra, de esas con las que apetece irse a la cama llorando. Es cierto que todo estuvo condicionado por la infantil roja de Fuster en el minuto 25, que confirma que este Alba monta un circo y le crecen los enanos. El propio Jonathas había adelantado a los suyos en el minuto 46, nada más volver de vestuarios. Pero era algo inevitable, ¿o acaso alguien pensaba que el Elche iba a jugar como lo ha estado haciendo el Alba todos estos partidos anteriores que ha jugado en superioridad?. Los ilicitanos, con el mínimo esfuerzo, dejaron los tres puntos en casa ante le escasa oposición del Alba, o mejor dicho, de Álvaro Jiménez, el único que se resistió algo al fatal desenlace.

Este Alba no ofrece el más mínimo argumento para confiar en que la salvación es posible. El más mínimo. No se le puede decir nada ni a los jugadores ni a Alcaraz, porque de donde no hay, no se puede pedir. El Alba de Skyline y Mauro Pérez ya es antepenúltimo, ya no depende de sí mismo, y solo un milagro puede hacerle evitar sufrir un descenso que se veía venir desde la primera jornada de la temporada.