El Albacete gana en Cádiz con un gol en el 89’ y consuma la salvación (0-1)

Escrito por: Hugo Piña

martes, 21.07.2020

Agónico triunfo del Albacete en Cádiz que le permite conseguir la permanencia en LaLiga una temporada más. En el 89’ y de penalti, el Alba consuma una sufridisima temporada donde los triunfos ante Zaragoza y Cádiz revitalizaron un equipo que tendrá que ser remodelado casi al 100% este verano. Y a Maikel Mesa que le vayan poniendo una calle en la ciudad, o un busto. El chico lo merece.

Alea iacta est. La suerte estaba echada en Carranza con enormes rachas de viento y sin paracaídas. El Albacete Balompié inició la primera parte sin chispa, sin gas, sin intensidad… al igual que el Cádiz, dicho sea de paso. Sin embargo, los que se lo jugaban todo eran los manchegos, que por esos instantes ya sabían que el Numancia ya ganaba su partido contra el Tenerife. Justo en esos instantes los de Lucas Alcaraz se metían en la zona de descenso a Segunda B, momentáneamente eso sí.

Pero el partido no daba para más. Ni unos querían ni otros podían. El Albacete era el segundo ejemplo y los blancos apenas podían pasar de tres cuartos en un choque insulso y donde parecía que no iba con ellos el resultado final de hoy en Carranza.

Se echaba en falta la verticalidad y sobre todo la presencia ofensiva. Y es que reiteramos que los manchegos jugaban al ‘tran-tran’ y con el marcador en contra, toda vez que en Soria se mantenía el 1-0. Dani Ojeda, Álvaro Jiménez, Chema Núñez, Roman Zozulia, todos ellos desaparecidos y el único que lo hizo fue Tomeu Nadal. Dos disparos del ex Edu Ramos. Mal negocio para la segunda parte de un Alba que o despertaba o se iba al infierno de lo fútbol amateur.

Justo antes del asueto marcó el Mirandés en Lugo, volviendo a dejar a los manchegos fuera del descenso momentáneamente pero dependiendo de lo que hiciera el Deportivo de La Coruña en su partido aplazado. Ver para creer la adulteración en este sentido. Todos se fueron a vestuarios y Alcaraz con todo por resolver.

La segunda parte comenzó igual. Sin ritmo y sin nada. Cual partido de verano entre contendientes que nada se jugaban. Ver para creer la actitud del Alba, que no avanzaba y seguía igual, desesperando a su parroquia y todo aquel que alguna vez sintió amor por los colores.

Nada de nada y mucho de nada. Jugándote la vida, el proyecto de Club… inexplicable todo lo que acontecía en Carranza en torno al Albacete Balompié. Alcaraz para entonces intentó variar él marchamo de partido con cambios. Barri, Benito y Manu Fuster salieron para empacar a un destartalado Alba.

Los compases finales fueron para no verlos. Ni sentirlos. Increíble actitud de los jugadores. Manu Fuster marcó para entonces, pero claro, el sino ya estaba en contra de los manchegos. Como para no estarlo, después de la desidia con la que se encaraba el partido. El VAR le quitaba el gol al Alba y los albaceteños se temían lo peor.

Pero entonces llegó Berlanga para poner todo patas arriba. Guión de partido loco y penalti para el Alba que se revisó varios minutos. Era la vida, era el descenso. Maikel Mesa tenía el balón en las manos para lanzarlo. Pero la acción se revisaba una y otra vez. Ver para creer. O ni creer ya. Y gol, de Mesa en el 89’. Del Albacete. De su afición. De toda una región.

A partir de entonces se calmó la cosa. Pero los nervios eran tremendos. Insufribles. Hasta el cemento de Carranza temblaba sin afición pero con los intereses blancos esperando el pitido final de Vicandi Garrido. Y llegó. Y con el la alegria y muchas cosas más, entre ellas el Albacete en Segunda División la próxima temporada.