Nuevo entrenador, victoria segura (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 19.10.2020

Ya pasó, ya hemos ganado, ya hemos marcado, ya parecemos un equipo, ya estamos en condiciones de jugar en el patio de los mayores. Y sigo con la manía esa de, a pesar de la holgada diferencia, ser incapaz de relajarme y decir: “Ya tenemos los tres puntos en el bote.

A mí me da igual el rival, hemos jugado contra nueve y no hemos ganado, hemos jugado contra otros equipos inferiores y nada, así es que no nos quitemos mérito, hemos ganado y punto. Toca celebrarlo. Del mismo modo que toca festejar el hecho de haber saludado con una victoria al nuevo técnico. Para mí eso era clave y se ha conseguido. A ver, si esto nos calma un poco y podemos empezar a trenzar mejor y a sentirnos un poco importantes.

Y la suerte ¿qué me dicen ustedes de la suerte?, curiosamente cuando la buscamos, nos viene de cara. Empezamos con titubeos, pero ahora los rebotes nos favorecen. Creo, muchas veces, que la buena táctica y la mejor actitud, hacen que los lances dudosos, caigan de nuestro lado.

Aferrarse a la buena o la mala suerte, es de perdedores, como refugiarse en los errores arbitrales, que sí, que es verdad, que rara vez nos favorecen los flautistas, pero en la mayor parte de las ocasiones, somos nosotros mismos los que nos perjudicamos.

Saludemos el nuevo rictus que se nos ha puesto con la debida alegría, y dejemos que los defectos se vayan subsanando a medida que vayamos creciendo. El partido contra el CE Sabadell, ya es historia, linda, pero ya es pasado.

Además, el primer triunfo de la temporada no va a dejar tiempo para que nos recreemos, ya mismo estamos en Palma, para afrontar al Real Mallorca, rival con el que hemos vividos singulares duelos en los últimos años. Y, sin solución de continuidad, el domingo, otro duelo contra otro histórico: el Rayo Vallecano de Madrid. Si ganar siempre es bueno, hacerlo contra dos de los grandes favoritos al ascenso, nos catapultaría hacia muy arriba en la clasificación de la autoestima.

Dejemos por el momento al oso con su piel, que ya habrá tiempo de hacer cuentas. Ahora toca relajarse e interiorizar que somos un equipo del montón, en el mejor sentido de la palabra, con lo que nuestro deber es respetar pero tutear a cualquier rival, sabiendo que jugamos de igual a igual, y el que quiera ganar al Albacete Balompié, tendrá que fajarse y correr.

Dejemos cuatro o cinco partidos más a López Garai, antes de sacar cualquier conclusión, sobre todo, si las cosas no terminan de salir del todo bien. Seamos exigentes, pero que no nos pierdan las prisas. Hemos vuelto al camino del gol y, sólo este hecho, ya merece un brindis. Sólo hemos ganado un partido y tampoco hay por qué volverse locos, pero, piensen por un momento, cómo estaríamos ahora mismo, de haber rascado apenas otro empate o, ¡socorro!, si hubiésemos perdido.

Pensemos que hemos llegado a la temporada, con ésta ya empezada. Unos partidos de retraso, en una competición tan densa, no tiene que llevarnos a ningún diván. Apretemos los dientes y encaremos las nuevas fechas con el optimismo que nunca nos debe abandonar, incluso cuando peor pinten las cosas.

Si nos salvamos el año pasado, tras un recorrido nefasto, ahora, necesariamente, debemos asumir que estamos en una posición algo más desahogada y, paradojas del fútbol, gracias en buena medida a Lucas Alcaraz. Hizo todo un alarde de elegancia, nuestro nuevo míster, acordándose y agradeciendo la labor del granadino, tras el primer triunfo del primer trimestre del curso.