18 días y 5 partidos, el ‘otro’ balance del ‘efecto López Garai’ en Albacete

Escrito por: Hugo Piña

miércoles, 04.11.2020

Aritz López Garai llegó al Albacete Balompié el pasado 14 de octubre. Tras la derrota del Albacete en La Romareda y como sustituto de Lucas Alcaraz, el técnico de Barakaldo se hizo cargo del banquillo manchego con el propósito de sacarlo de la zona de descenso. Y su llegada sirvió como resorte, puesto que el Albacete venció 3-0 al CE Sabadell, rival directo.

Después, empató (0-0) en Mallorca, ganó al Rayo Vallecano (2-1), empató contra Las Palmas (1-1) y perdió contra el FC Cartagena (3-1). En total, la era Garai lleva sumados un total de 8 puntos de quince posibles. Un balance objetivo más que positivo si tenemos en cuenta la situación del equipo anterior, cosechando un único punto en los cinco primeros partidos de LaLiga SmartBank.

Sin embargo, más allá de los ocho puntos cosechados con el preparador de Barakaldo, el análisis albacetista debe ir más allá. Y para ello, la primera lectura que se ha de hacer es la forma de jugar de un equipo que ha pasado del pelotazo más primitivo a sacar el balón desde la zona defensiva. Del patadón a la combinación y del 4-2-3-1 al 4-1-4-1. De Alberto Benito a Álvaro Arroyo y de Jean Jules (lesionado) a Eddy Silvestre y Azamoum como resortes en la zona media. Con Álvaro Jiménez indiscutible, Manu Fuster ha pasado -más por exigencias del guión- al banquillo y Álvaro Peña a ser casi indiscutible en una zona de creación en la que pese al cambio de entrenador, ideas y forma de jugar, sigue teniendo dos argumentos de difícil solución: la debilidad defensiva y la generación de gol.

Cierto es que Aritz apenas lleva medio mes en Albacete y que apenas ha tenido -hasta ahora- tres días consecutivos para trabajar de forma contundente lo que quiere. Pero, tampoco es menos cierto que el problema en el Albacete, después de cinco jornadas con el vasco como jefe del vestuario, persiste. Atrás sigue habiendo debilidad defensiva, y para muestra el botón de lo acontecido en la primera parte del Cartagonova. Inexplicable incluso la versión de un equipo que se dejó ir y al que además de intensidad y carácter, le faltó concentración. Y ese problema lo había medio enderezado Aritz en sus cuatro primeros partidos, pero lo cierto y verdad es que los errores de antaño sobrevolaron de nuevo a una defensa en la que Boyomo y Kecojevic hacen buena pareja.

Y si atrás el problema persiste, arriba también. Un gol suman Ortuño y Zozulia tras diez jornadas. Un único gol que encima llegó de penalti. Lastrados por la ineficacia de los delanteros, el Albacete tendrá que trabajar más y mejor la manera en que lleguen los balones a unos delanteros que tras casi un cuarto de competición no se han estrenado en una acción individual meritoria. Y eso que entre el murciano y el ucraniano consumen un alto porcentaje de la masa salarial de un equipo que desde el curso pasado vive hipotecado por la tremenda falta de gol. Es objetivo y también es irrebatible. Garai tiene trabajo y es posible mejorar la versión de unos killers que, bien la forma colectiva, bien su forma individual tendrá que elevar sustancialmente el nivel.