¿Y ahora qué, Albacete?

Colista el Albacete, y con las peores sensaciones deportivas que se recuerdan de todo el Siglo XXI en Segunda División, toca preguntar: ¿y ahora qué?

La propiedad ha puesto algo más de 20 millones de euros desde su llegada en 2017 y Skyline, el grupo empresarial que lo gestiona parece haber tocado fondo. El resultado de este domingo así lo atestigua con una primera parte indolente y en línea descendente.

Y es que si en lo ‘no deportivo’ el Alba está en la zona noble de Segunda, en lo deportivo está en la lona. 10 puntos tras 15 jornadas y lo peor de todo, sin visos a mejorar con unos jugadores que en su mayoría el fútbol profesional les queda grande.

Y ahora qué, con dos meses y medio de competición y con un mercado cerrado que no permite movimientos. Pues la realidad única apunta -injustamente- al banquillo, donde Aritz López Garai tiene y (si sigue) tendrá que comerse los marrones una y otra vez.

Eso sí, ya son cuatro las derrotas que acumula el Alba y pese a estar en noviembre no se puede contemplar la imagen que en días como hoy viene dando el equipo. Ya sea por liderazgo, cuestión moral o por orgullo propio, el Club y la propiedad están obligados a dar un paso hacia delante.

Si el posible cese de López Garai es inminente o no, lo dictaminará el tiempo. Y si la confianza en el de Barakaldo es plena, los jugadores fallan. Es decir, algo hay que cambiar. Además de la dinámica de resultados que sigue dando de bruces al Albacete con la penosa situación clasificatoria.

Mientras tanto la máquina del fútbol no para y los manchegos ya ‘miran de reojo’ a Gijón, eso será el jueves a las 21.30 y para entonces el Albacete podría incluir cambios. Al menos en lo que a intensidad y orgullo propio se refiere