La quilla de los bucaneros (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

sábado, 24.04.2021

Jugar en Vallecas, siempre lleva aparejado cierto desasosiego. Rayo Vallecano y Alba, han dirimido sus diferencias en todas las categorías y, en ambos bandos, la rivalidad tiene connotaciones históricas. Menos mal, eso sí, que gracias al bicho chino, los simpáticos y pacíficos aficionados franjirrojos, que se ubican en el único fondo del estadio madrileño, verán el partido colocados en algún bar o, directamente no lo verán. Mucho me temo, que estos simpáticos y pacíficos aficionados, tendrán dificultades para esbozar, de carrerilla, una alineación de su equipo. Estos muchachotes, son lo que son y cuando la toman con algún rival, o incluso, alguno de los suyos, suelen sacar lo mejor de su simpatía y su pacífica actitud.

Cuando algo no les gusta, muestran su entusiasmo lanzando a sus víctimas, lo primero que tienen a mano. Odian el maltrato animal, pero insultar o arrojar cantazos, no es, ni mucho menos, maltrato animal. Y además, fútbol es fútbol.

Desde luego que la mayor parte de la afición rayista, se parece muy poco a su facción más conocida.

No sé en qué condiciones llega el Alba a este partido, pero sí sé cómo lo hace la mayor parte de la afición manchega. No quiero hurgar en la herida, sólo recordar que los milagros son en Lourdes. A Madrid, se va a tomar cañas, que todo está abierto, dar un paseo por el magnífico Retiro o simplemente a disfrutar de las vísperas de San Isidro.

Ni que decir tiene que, si volvemos con una alegría, lo celebraremos, con mucha moderación y cautela, pero lo celebraremos.

Desde hace varias jornadas ya no miramos la clasificación, sabedores como somos, de que la salvación es imposible, no ya por la cosa matemática, sino por el asunto anímico. El Rayo, además, se juega la vida, y aunque tiene un calendario cómodo para certificar su clasificación para las eliminatorias por el ascenso, no debe despistarse. Como ya, ni siquiera son el tercer equipo de Madrid, continuar otro año más en Segunda, con la que está cayendo, podría suponerles un severísimo traspié.

Como ven, lo único cierto para el Alba de su visita al vetusto Vallecas, es que no vamos a volver descalabrados por ninguna piedra voladora, el partido será tranquilo. Lo único positivo para los nuestros, es que los locales están obligados a vencer. Debemos por tanto, tratar de jugar con su ansiedad, claro que, si hacemos lo de siempre, saldremos trasquilados. Como siempre.

Por si sí o por si no, ya me estoy haciendo la composición del mapa de lo que nos espera el año que viene.