Volveremos a ser grandes (Opinión)

Debemos empezar, desde ya, a preparar el regreso. Se acabaron las lágrimas y los lamentos, cabeza fría y planificación seria. Lo demás son cuentos chinos y excusas para no afrontar lo que se nos viene encima.

Nos las prometíamos felices haces apenas un par de semanas, pero nos ha salido cruz. En realidad no ha sido cuestión de buena o mala suerte, ha sido cuestión de falta de planificación, eufemismo piadoso que utilizo para no hacer sangre. Lo que ha sido es simplemente mala, con todas las letras, mala planificación.

La enésima derrota fue otro ejercicio de impotencia y el rival, el RCD Espanyol, sólo tuvo que esperar que cayese la fruta madura. Con una pizca de paciencia, el que más y el que menos, se deshace de nosotros sin muchos alardes. Es cierto que hemos mejorado algo, pero no lo suficiente para andar por una categoría, donde se requiere algo más que ganas, para andar por ella.

Nuestro Alba adolece, parece un mal endémico, de una mezcla de experiencia, juventud, garra, técnica, sapiencia y conocimiento en el banquillo. Cuando hemos tenido esto, nos ha faltado lo otro y si no, lo de más allá, el caso es que siempre anduvimos cojeando de algún lado.

Desde ahí, sabiendo nuestras carencias, es desde donde debemos empezar a volver, porque tal parecería que no hemos tocado fondo y que desde que extraviamos la brújula, vamos dando tumbos. Más tarde o más temprano, teníamos que dar con nuestros huesos en el foso.

Ojito, porque si no nos tomamos en serio la situación, tardaremos en volver, porque la nueva categoría que se anuncia va a estar llena de equipos de postín. Será cualquier cosa, menos un paseo militar, así que manos a la obra y a estudiar y trabajar con conocimiento de causa.

Lamento dar por finiquitada la temporada, aunque las matemáticas, todavía nos den un respiro. Nunca imaginé, tras mi traumática relación escolar con tales ciencias, que serían las últimas en confirmar el descenso de mi Alba. Lo cierto y verdad es que, cuanto antes empecemos a planificar la temporada que viene, eso que tendremos adelantado.

A esta hora no sé en qué estará pensando la propiedad de nuestroClub, aunque todo parece indicar que seguirá como si tal cosa, pero yo hasta que no vea la certificación de su continuidad no daría nada por sentado. En estos tiempos tan convulsos, cualquiera sabe lo que pasa por la cabeza de los hombres de negocios, que tan pronto compran como venden cualquier cosa. Son los nuevos tratantes 2.0.

Dejemos al menos esa parte tranquila, aunque si van a seguir, podrían dar alguna pista, para evitar suspicacias de última hora y, sobre todo, para no dejarnos con las posaderas al aire y sin tiempo material para afrontar lo que tenga que venir.

Deberían al menos, si él quisiere, confirmar a Alejandro Menéndez para tener la parcela puramente deportiva, mínimamente encauzada.

Quedan nueve partidos, hay espacio para el milagro y para soñar, pero la prudencia nos dice que ya es tiempo para poner los pies en la tierra y llamar a las cosas por su nombre.