Punto insuficiente y descenso a la vista (1-1)

Escrito por: Hugo Piña

martes, 18.05.2021

• El sino del Alba. Luchar y fallar. Luchar y fallar. En el 87 y con 1-1, Álvaro Jiménez falló el penalti que pudo ser y no fue. El sino de este Club propiedad de Skyline y que ya ve la Primera RFEF con la mirada.  

Con cambios obligados pero manteniendo el bloque. Noguerol volvió a confiar en los Bernabé, Gorosito, Diamanka, Jiménez y Ortuño en un partido en el que solo servía la victoria. De lo contrario, el descenso a Primera RFEF -está vez sí- sería una realidad más que evidente.

Con más vidas que un gato el Albacete jugaba su partido ante otro herido rival como el Lugo. Último contra penúltimo en un Belmonte vacío. Toda una invitación al aficionado neutral.

El choque se inició con miedo entre contendientes, era lógico que pesaran y mucho las botas y también la cabeza. Sobre todo en el Alba, que de no ganar hoy tendría el descenso matemático en manos de terceros.

Y fruto de la nada y del miedo local llegó el gol visitante. Mismo error de siempre y acción vertical lucense que inició el portero. Barreiro peinó y Rodriguez empaló. El ABC del fútbol ante una defensa indefensa en la que los manchegos sentían el miedo en el cogote. Y para colmo de males Noguerol tuvo que realizar su primer cambio tras la lesión de Fran García; quien fue sustituido por Caballo.

Mejor el Lugo para entonces frente a un Albacete que se mostraba vegetal, sin ideas ofensivas y con una losa en la mochila de muchos kilos. Tocaba remar otra vez. Y como casi siempre, contra corriente.

Pero cometió un fallo el Lugo y se fue arriba demasiado alegre. Alberto Benito, en una de las pocas acciones bien culminadas de esta temporada en ataque, sirvió a Caballo para que, tras recorrer ambos todo el campo, este pusiera un balón pintiparado a Ortuño. Gol del murciano que igualaba (1-1) el marcador justo antes del descanso.

La segunda parte comenzó con un guion de partido similar a lo visto antes entre los de Noguerol y Albés. El miedo a perder estaba muy presente en cada pase, en cada lance y en cada error. Porque sí, los hubo a mansalva entre colista y penúltimo.

Los locales intentaban ir hacia arriba sin desguarnecer su defensa. Pero eso era una quimera, con jugadores como flanes en cada uno contra uno. En verdad, tan solo la falta de puntería evitaba que uno u otro se llevasen el premio.

Zozulia en el 86 la tendría. Como a él le gusta y tras pase de Tana, el ucraniano fallaba. Como también fallo Jimenez un penalti un minuto más tarde. El Albacete no podía tener cara y volvió a salir Cruz. El sino del Club en sus 80 años de historia.