El pasado verano, Javi Jiménez llegaba a Albacete con el objetivo de demostrar en Segunda División todo el potencial que se le intuía en todas y cada de sus actuaciones con las categorías inferiores y el filial del Valencia CF. La incorporación del central ilusionaba, pero la peor de las suertes se cebó sobre su figura.
Jiménez se estrenó como titular con el cuadro manchego en la tercera jornada de Liga ante el Fuenlabrada, partido en el que acabó sufriendo una lesión en su rodilla que dio comienzo a un enorme calvario.
El del Aldaia luchó y trabajó para recuperarse, pero no empezó a entrar en la dinámica del equipo hasta el tramo final de temporada, donde el escenario deportivo era ya muy negro. Javi Jiménez regresó a los terrenos de juego en la jornada 34 contra el Málaga, pero su presencia se fue diluyendo hasta que, días después, Fran Noguerol se hizo cargo del banquillo. El técnico gallego depósito su confianza en él, y le alineó en 4 de los últimos 5 duelos del Albacete.
Una vez finalizado el curso, Javi Jiménez tenía una espina clavada por no haber podido manifestar todas sus capacidades defendiendo la camiseta albacetista. Era cuestión de tiempo que ambos protagonistas volviesen a remar en la dirección, y precisamente en el día de ayer la espera terminó.
El Albacete Balompié hacía pública la notica del regreso del jugador, que firmaría para las tres próximas temporadas, haciendo alusión, dentro del comunicado, a que ambos tenían una cuenta pendiente: «Javi Jiménez y el Albacete Balompié tenían una cuenta pendiente que han decidido resolver».
De nuevo, Javi Jiménez recala en el Carlos Belmonte con un objetivo claro y ambicioso: ayudar al equipo a regresar al fútbol profesional.