Dejémonos de euforias (Opinión)

Me gustó nuestro Alba, ganar confianza, marcar, sumar y encarar el futuro con optimismo es lo que entresacamos de nuestro debut contra un gran equipo que, sin duda, terminará arriba.

Lo que me ha dejado un poco descolocado, es la euforia que se desprende de todo el albacetismo, quizá sea que como llevábamos milenios sin llevarnos un caramelo a la boca, estamos con una resaca importante.

Quiero creer que es sólo un pequeño subidón de adrenalina y poco más. Antes de que llegue el próximo compromiso, las aguas habrán retornado a su cauce.

Ganar está muy bien, pero que muy requetebién, pero lo más importante es no perder el norte y seguir centrados en el caminito, los atajos, a veces, nos llevan por barrancos y precipicios. Llevamos tantas costaladas en estos últimos años, que lo del otro día hay que festejarlo, pero sin más.

Rubén de la Barrera ha insuflado moral y ha dejado claro que conoce el paño de la nueva y envenenada categoría que tiene entre manos. Los históricos, los filiales, los recién llegados, en fin, todos, los cuarenta, estamos en igualdad de condiciones, así que todos son rivales directos. Creo que el nuevo entrenador ha entendido que el Alba es uno más y el rol de favorito deja que lo lleven otros, nosotros a lo nuestro.

El CD Castellón, como ya he apuntado, fue una buena piedra de toque para saber que podemos tutear a cualquiera, pero con el partido controlado, tuvimos la pájara habitual que nos pudo haber costado el primer disgusto del año, los infantiles erroresdefensivos, propios de los calores de agosto, convendría que no se volvieran a repetir.

Mención aparte merece la afición, que a pesar de haber sufrido unas cuantas humillaciones en la última década, sigue inasequible al desaliento aplaudiendo a los suyos. Se dice pronto, estamos en la tercera división y unos cuantos miles se dieron cita mostrando su fe en un proyecto que con las dudas lógicas por los vaivenes, sigue despertado la ilusión y la ensoñación por recuperar el esplendor perdido.

En lo que a mí concierne, sigo convencido, y así lo digo a quien quiere escucharme, que antes de irme al jardín de los cipreses, volveré a ver a mi Alba en Primera. El camino es arduo y, ahora suena a fanfarronada, pero viendo a la gente y a los que han tomado las riendas deportivas, es posible que nos hayamos colocado en la buena vía. Ahora mismo, y que nadie se asuste, firmaría el ascenso el año que viene, creo que no conviene que nos pongamos metas a corto plazo. Más bien debemos luchar por consolidar de una maldita vez al Club, en cuanto consigamos cierta estabilidad, tanto institucional como deportiva, seguro que reverdeceríamos viejos laureles.

Dejemos pues de hacer cábalas por haber ganado un partido. Tenemos tres puntos y esto, todavía no ha empezado. Vendrán tiempos peores y habrá que atarse bien los machos. De momento fijemos posiciones y tratemos de salvar la categoría, después de Navidad, ya se podrá empezar a hacer cuentas en serio.