Las vacaciones son para el verano (Opinión)

Cinco jornadas seguidas sin perder, es todo un récord en lo que llevamos de la presente temporada. Claramente estamos de subidón, porque vamos sumando, mejorando prestaciones y viendo puerta con cierta regularidad. No hemos llegado al ecuador, pero sin ser líderes, diríase que lo parecemos.

Olvidado el tropiezo de la Copa, se ha demostrado que el partido entre semana nos vino muy bien y las mejoras que en él vimos a pesar de la eliminación, fueron inequívocas, el Albacete Balompié ha vuelto. La dinámica que hemos emprendido es muy buena, por lo que no sé si el parón nos va a venir mal o bien. A mí, lo de dejar de jugar al fútbol en plena Navidad me parece fatal, porque es el mejor momento para disfrutar con los chiquillos. En lugar de jugar en agosto, deberían hacerlo en estas fechas. El fútbol nos lo están cambiando y no necesariamente para bien.

La matinal del domingo, nos dejó un gran triunfo ante el Algeciras CF, que sigo diciendo, todavía no ha dicho su última palabra, por lo que hay que darle a los tres puntos, más valor de lo que dice el resultado final. Rezo porque los nuestros sigan con el pico y con la pala y no piensen que ya está todo encarrilado o hecho, queda toda una segunda vuelta, quedan partidos atrasados, quedan equipos por venir a las alturas y quedan lesiones, sanciones, errores arbitrales, en suma, que las vacaciones han de afrontarlas con reflexión y sin ápice de celebración, porque todos estamos al albur de los caprichos de la competición.

Celebremos que las dudas iniciales, ya parecen historia y según vemos jornada a jornada, nuestro Alba está llamado, en el peor de los casos, a meterse en la promoción de ascenso. Los masoquistas que me siguen (si los hubiere), ya saben de mi, quizá, exagerada prudencia: primero confirmar la permanencia, después asegurar los puestos cimeros y en último término, y sólo en último término, terminar primeros y subir automáticamente. Los cimientos son básicos, sin sujeción sólida, no hay posibilidad de construir nada. Rubén de la Barrera, se ha tomado su tiempo, pero en buena hora ha dado con la fórmula. Algunos jugadores que andaban algo extraviados, se han subido al carro y la solidaridad del grupo es evidente.

La jerarquía y las maneras impuestas por el míster, confirman que es un entrenador con pedigrí suficiente para llevar a los nuestros al piso superior. Supongo que para el cuerpo técnico las vacaciones no serán tales, o lo serán en la medida en que entre mazapán y  turrón, seguirán pendientes de todo cuanto acontezca en los despachos y céspedes de todo el orbe futbolero.

2021 ha sido un año que, al igual que su predecesor, no van a pasar a la historia por sus bondades, antes al contrario, han sido un continuo dolor de muelas para los que amamos el deporte y para los que lo detestan. Dicen fuentes bien informadas, que hay luz al final de este estúpidamente larguísimo túnel. Que Dios nos asista, porque vamos a seguir necesitando su concurso.

Con la sonrisa de ver a los nuestros por ahí arriba y aprovechando que el Júcar pasa por Villalgordo, les mando mis mejores deseos de Feliz Navidad, a todos los fieles y los no tan fieles lectores, de CINCOMÁSELDESCUENTO.