Puntito en Tabarnia (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 10.01.2022

Empezó 2022 y las sensaciones son, si no las mismas, sí muy similares a las que finales de 2021: solidez. El parón tiene pinta de no haber afectado mucho a los nuestros. La cita de Tarragona, era algo más que un botín de tres puntos, por el rival de postín y por la confirmación que necesita la afición de saber que sí, que sin ser del todo líderes, el Albacete Balompié empezará la segunda vuelta con sus ilusiones intactas. Todavía queda una última cita para llegar a la segunda parte, postergada por una jornada extraña de Copa del Rey, la competición más hermosa y la más vilipendiada por los gerifaltes y prestidigitadores del fútbol patrio.

El Nástic de Tarragona era el rival ideal para volver al tajo, puesto que es un equipo que terminará arriba, ya que el lugar que ocupa no es el que le corresponde; de ahí que podamos dar por excelente el punto arrancado a los tabarneses. En estos casos, es obligatorio acudir al manido tópico de “se pudo ganar y se pudo perder”, mas quiero destacar que es el noveno partido que dejamos nuestra portería virgen, en otras palabras, en la mitad de nuestros partidos no encajamos. No ganamos, pero todo indica que la jornada fue más que fructífera y, de ningún modo, pienso en los resultados de los rivales, es muy pronto para ello. Todavía todos son rivales, los que viajan en los primeros vagones y los que van de pie, porque seguimos viendo que todos pueden ganar a cualquiera, razón por la cual debemos valorar nuestra situación, sin euforias, pero mimando nuestra autoestima e interiorizando que nadie quiere vernos ni en pintura.

Hemos alcanzado un grado de solidez que nos hace un poco más fuertes que hace uno o dos meses, el lugar que ocupamos no es casualidad y Rubén de la Barrera, sabiendo eso, no deja que ningún futbolista saque los pies del tiesto. Todos deben picar piedra, en Tarragona lo vimos.

Naturalmente tenemos que reseñar que nuestra pólvora sigue mojada, pero los equipos se construyen de atrás hacia adelante, ni que decir tiene que a todos nos gustaría ganar siempre y por goleada, pero no incidamos mucho en las facetas a mejorar y quedémonos con lo positivo, por ejemplo, que estamos a ocho puntos de salir de la zona de privilegio. Sabemos de sobra que nuestro objetivo inconfesable es, como diría el clásico: campeonar, pero por si las moscas, no perdamos de vista dónde acaba la repesca de la promoción y démonos una tregua a la hora de autoinfligirnos el cilicio, que los manchegos, vivimos siempre pegados al sentimiento trágico de la vida. Dejemos a Pío Baroja con esta cantinela y, disfrutemos, siquiera en silencio, del privilegio de haber llegado al año nuevo en perfecto estado de revista.

Por mor de los tuercebotas que rigen el balompié nacional, tenemos nuevo paréntesis en ciernes, tan bueno o tan malo para todos, con lo que no nos acobardemos en tablas y busquemos excusas. Afrontemos las circunstancias con profesionalidad y asumamos que vivimos en un mundo absurdo, aunque no debemos acostumbrarnos a vivir en la penumbra.

Todavía hay partidos por jugarse y sigue el despendole de la epidemia con su séquito de medidas contradictorias pero, nosotros a lo nuestro, pasito a pasito, con cautela, respeto por todos y a tratar de ampliar la racha.

Dato para la sonrisa: en las últimas seis jornadas, somos los únicos que no hemos perdido. Podemos discutir sobre el sexo de los ángeles, pero el dato empírico, ofrece poca broma.