Quedan treinta y tres puntos (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 14.03.2022

La semana fantástica se cerró con una cereza en lo alto del pastel. Empezamos algo mustios por lo de San Fernando, pero hemos terminado con una sonrisa de anuncio de dentífrico.

Y aquí se acaba la celebración, porque como advierto desde el título: todavía queda un mundo de treinta y tres puntos, así que no hace falta ser premio nobel de matemáticas para darse cuenta de que sólo hemos cerrado el dosier del descenso. Lo único que me da cierta paz interior, es que el Albacete Balompié es un bloque bien soldado, guiado por un mariscal de campo de los que te arresta por un botón sin brillo. Rubén de la Barrera, tiene bien cogido el mando y la tropa no osa levantar la voz, debe de ser porque infunde respeto y confianza, a partes iguales.

Algunos malpensados, deben barruntarse que el gallego me unta la tela de vez en cuando, para que le dore la píldora y alabe su proceder, cuán errados están. Sucede que, echaba de menos ver a nuestro Alba funcionar como un grupo sin fisuras y este entrenador, ha conjuntado a unos futbolistas que, sin ser grandes ases del balón, sí demuestran mucha inteligencia a la hora de implementar las lecciones que aprenden en el vestuario.

A veces aburren, a veces compiten, a veces juegan bien, pero lo que está claro es que, sin ser el equipo de moda en ningún momento de la temporada, sí son los más regulares y sacan petróleo de una alcuza vieja. Eso, no sé lo que es, pero no parece que los nuestros sean muy torpes.

Como viene siendo marca de la casa, contra los presuntos grandes, jugamos más y mejor, y como no dejamos de enfrentarnos a los que están en mejor forma, debemos estar relativamente tranquilos, puesto que el balance de los nuestros, si tenemos en cuenta la suma de lo obtenido, es más que positivo. Contra el CD At. Baleares, dejamos una grata impresión y hemos alejado la promoción a ocho puntos. Lamento ser tan tiquismiquis, pero tras salvar la categoría, ahora se impone asegurar la quinta plaza, lo del ascenso directo, ya lo abordaremos en ulteriores capítulos.

Hay tantos convidados al festín, que cada semana se producenvarias confrontaciones directas, con lo que todos van a dejarse puntos, eso, de ninguna manera debe relajarnos. De los nueve primeros, en la próxima jornada, ocho se van a enfrentar entre sí. Razón por la cual, el hecho de jugar con tanta solidez, nos da cierta fortaleza que nos va a resultar más que necesaria, a la hora de afrontar a los rivales. El Alba es una roca.

Catorce partidos sin encajar en veintisiete juegos y los últimos ocho sin perder, no son mal currículo para encarar nuevas afrentas. Lo visto durante los tres partidos pasados, deja bien a las claras, que estamos bien física y mentalmente, o sea que un resbalón lo podemos asumir sin grandes dramas, pero lo mejor es que los rivales nos empiezan a mirar con cierta desazón. Ni caso, nosotros a lo nuestro, que algunos se hacen los débiles para tratar de ganar la baza psicológica.

El personal está enganchado, se vio en Madrid, donde jugamos casi como locales y, por supuesto, se confirmó en la matinal contra los mallorquines, señal de que estamos con el equipo porque vemos que el sueño, no es ninguna quimera.

Estamos donde queríamos y las sensaciones son buenas, tirando a muy buenas, pero recuerden que todavía quedan treinta y tres puntos en juego.