Esto es todo, amigos (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 16.05.2022

Dilapidar tantas oportunidades, no está al alcance de cualquiera, salvo del Albacete Balompié. Ahora tocará dejar paso a la épica y, como quiera que esta circunstancia no está entre las virtudes históricas de los nuestros, yo ya doy por cerrada la temporada.

Perdón por ser tan derrotista, pero no creo en la remota posibilidad de ascenso, pues las sensaciones que se nos están ofreciendo desde hace un mes, son inequívocas. La temporada se nos ha hecho larga, muy larga y, hemos demostrado que tenemos la piel muy fina.

El sufrimiento que nos ha causado nuestra impericia, ha contagiado a todo el club y a la grada. Los pitos a los jugadores y al banquillo, son el fiel reflejo de nuestra impotencia. Hemos tenido, al menos, cinco grandes momentos para haber asestado un golpe a la liga y, uno tras otro, los hemos ido gastando sin rubor. Sigo pensando que nuestro equipo estaba dotado para haberse enseñoreado de toda la categoría, pero la realidad es tozuda; y, psicológicamente no hemos estado a la altura. Cada revés, ha sido un muro infranqueable. No sé muy bien de donde salen tantas dudas y temores.

Ahora es cuando todo se vuelve borroso y, teniendo alguna posibilidad de ascenso todavía, cuesta echar mano de los últimos cartuchos, porque están mojados y, además no tenemos rifle con qué disparar. Imagino al vestuario destrozado e intentando salir del laberinto, en el que nosotros solitos nos hemos metido. La grada, honestamente, creo que ha estado a la altura y ha dado mucho más de lo que ha recibido, al menos, las caras de frustración, así lo delatan.

Lo de las dos almas mostrada a lo largo del año, ni siquiera nos ha servido para haber culminado la recta final; el Belmonte, ya no es un castillo inexpugnable.

El Alba, es demasiado previsible, los rivales, nos han terminado de perder el respeto, porque nosotros mismos, hemos dejado de creer en nuestras posibilidades. Sin imaginación, hemos hecho aguas a lo largo del campeonato, pero la mayor decepción se percibe por la falta de garra. Si jugamos andando, no le ganaremos nunca, ni a un equipo de cadetes.

Si no se puede ganar tirando de pizarra y, sólo nos aferramos a ese plan, estamos tan apañados, como muestra la clasificación.

Sí, nos queda Galicia, pero todos sabemos que es más fácil coronar el Everest, que volver siendo de Segunda. Seamos realistas: la temporada ya ha terminado para nosotros.

El Tarragona, sin hacer el partido del siglo, se llevó los tres puntos de nuestra casa, que a estas alturas, ya no nos sorprende. Nos enoja, pero no nos sorprende.

Los dos partidos que nos quedan, nos van a resultar un calvario insoportable, quizá sea llegado el momento de dar descanso a más de uno o a más de dos, para preparar la promoción.

Con o sin descanso, con ajustes en la alineación o sin ellos, la suerte ya está echada. Justitos de moral, justitos de fútbol y, lo que es peor, justitos de amor propio, me atrevo a afirmar que el Albacete, es el equipo que va a llegar con menos posibilidades.

Es lo único que nos queda, ir de derrotados, para tratar de sorprender a quienes ya están advertidos de todas nuestras flaquezas.