Otra vez, la misma piedra y la misma costalada (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

martes, 24.05.2022

Si La Manchuela fuese una región o una provincia con verdadero rango administrativo en buena y debida forma, Quintanar del Rey, sería su capital.

La Manchuela, como todo el mundo debería saber, es una comarca que se pierde entre las lindes de Cuenca y Albacete, no tiene ni glamur, ni pasado, ni futuro, ni tan siquiera presente. No ha tenido nunca, como sí tuvieron Las Hurdes, un rey que se pasease a caballo por entre sus gentes, ni un presidente de la república, ni nadie que se dignase darle algo de lustre con su visita. Por no tener, no tuvo nunca un poeta, ni un Buñuel que, cámara en ristre, pudiese contar lo que aquí se cocía. Si no hubiese sido por mi paisano Luis Escobar, poco o nada, habría quedado retratado para la posteridad, mostrando el subdesarrollo que aquí se sufrió.

Antaño, poco o nada tuvo que envidiar La Manchuela a Las Hurdes, me refiero a competir en miseria y olvido. Felizmente,hogaño, ni en Extremadura ni en La Mancha, las cosas no son, ni de lejos, como hace un siglo.

Perdonen –los que me conocieren-, esta nueva salida de pata de banco, porque estas páginas que me albergan, no son el lugar propicio para hablar de sociología, o de historia, ni siquiera de sucesos, son páginas deportivas, sobre todo futboleras y, como quiera que el CD Quintanar del Rey, ha vuelto a morder el polvo y, no nos engañemos, el Quintanar es uno de los nuestros, pues aquí estoy, tratando de superar la depresión. Yo no soy quintanareño, pero como si lo “seriese”.

Quintanar del Rey, está en Cuenca, sí, claro, pero está ubicada a poco más de media hora de Los Invasores. Es la tercera población más habitada de su provincia, tras Cuenca y Tarancón y, hoy, posiblemente la más entristecida tras haberse topado, otra vez, con la calamidad esa que llaman promoción. Bueno, los más modernos, le dicen play-off, que siempre suena mucho más interesante.

El CD Quintanar del Rey, en modo alguno ha fracasado, simplemente ha visto pasar otra vez el tren a lo lejos; aunque esta vez ¡maldición!, la locomotora ha pasado bien cerca. La derrota duele tanto, o más, en Albacete que en Cuenca, porque, para colmo de males, la pesadumbre se ha llevado por delante al Atlético Albacete. Pero, sobre todo, aflige, porque el CD Quintanar, como cualquier equipo de La Manchuela, es tan conquense como albaceteño. Y ciertamente, por estas viñas, nunca hemos ido sobrados de alegrías.

Que nadie pierda el oremus, que si se ha vuelto de otros chascos, no veo por qué no se va a superar también este. Conociendo el paño, dudo mucho que en Quintanar alguien baje los brazos. Mucho peor estábamos hace un siglo, que esto es sólo fútbol y la temporada menos pensada daremos el gran salto. Objetivamente,creo que los verdiblancos, tras una temporada cuasi impoluta,merecían el ascenso y sólo la mala suerte ha impedido el éxito. Todo ha estado bien planeado y mejor desarrollado, pero contra los imponderables del destino, poco se puede hacer.

Toca despertar de la pesadilla y empezar a preparar lo que tenga que venir; llorando por las esquinas, lo único que vamos a conseguir, es darnos lástima a nosotros mismos. Y de eso, nada.