Nos explotaron la granada en la jeta o la contracrónica del no-partido (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

domingo, 20.11.2022

Resulta harto complicado escribir sobre un no-partido, porque esto es lo que sucedió en el Nuevo Los Cármenes, se disputó un no-partido y, claro, a ver cómo les hablo a ustedes de un acontecimiento que nunca sucedió.

Los astros, pongamos por caso, decidieron, antes de que nos pudiésemos ubicar en nuestras correspondientes localidades, quitar la anilla a la granada y, efectivamente, ésta nos explotó en los hocicos y nos quedamos con ganas de ver un partido de fútbol. Lo que vimos fue un simulacro, la puesta en escena, en un magnífico escenario, de un no-partido.

Resultó patéticamente enternecedor escuchar en la sala de prensa al entrenador rival, explayándose sobre las sobresalientes aptitudes de sus jugadores, de su público, y de cómo maniataron y superaron al rival. Se notaba a la legua que debutaba y necesita hacer amigos rápidamente. Por su plática, se deducía que tiene controlados los resortes de cómo funciona esto del fútbol. Hasta se permitió el lujo de intentar humillar al Albacete Balompié con una goleada innecesaria y un escarnio, digno de mejor ocasión. Si el no-partido, se hubiese extendido hasta el sábado (lo consideré viendo cómo se estaba desarrollando el no-partido), Paco López, hubiese dado órdenes a los suyos de meterle dieciocho goles más a los de blanco, solidaricémonos con él, era su día de Reyes y estrenaba juguete.

Odio hablar de los árbitros, pero en esta ocasión es diferente, porque con diferencia, el trencilla de Granada o del Granada CF, tanto da, fue el jugador más válido de todos cuantos se desempeñaron en ambos cuadros. Qué manera de manejar el tempo del juego, qué manera de distribuir, qué manera de mandar, pero con diferencia lo que mejor supo hacer, fue vejar a nuestro Alba con los tres minutos finales. El tal López, no se mostró de ninguna manera solidario con Rubén Albés en sus súplicas al cuarto árbitro, para evitar la burla, el tal López se tapó, se escabulló y dejó hacer. Efectivamente, su farisaica explicación en la rueda de prensa, dejó bien a las claras su espíritu deportivo justificando, con una equidistancia digna de Poncio Pilatos, que el árbitro, con el reglamento en la mano, está perfectamente habilitado, para olvidar el espíritu de la ley, y si decide, motu proprio, darle la puntilla al rival, tras haber pasado una noche infame, tiene todo el derecho del mundo. Ojalá le vaya bien al tal López, pero de elegancia anda justito o, simplemente, sólo piensa en sus actuales lentejas y, el que venga después, que arree. Extraño, o quizá, lúcido corporativismo; da gusto tanta elegancia.

Seguir hablando del no-partido, es un ejercicio huero y frustrante, porque no tengo imaginación bastante para relatar lo que con tantas ansias estábamos esperando. Les podría contar la dignidad de los nuestros, que en ningún momento sacaron los pies del platoo la enésima lección de nuestra fiel afición: la ovación final al acabar la matanza, lo deja bien a las claras, los jugadores, cuerpo técnico, con Rubén Albés a la cabeza, directiva y propiedad, pueden estar tranquilos, Albacete y su comarca, están orgullosos del Alba y, a pesar de la grosera e inmisericorde noche que pasamos a la vera de la Alhambra, seguiremos apoyando la elegancia y la dignidad que sale desde el Carlos Belmonte, y se extiende con la cabeza bien alta por toda La Mancha.

Concluyo hablando del no-partido, festejando la ecuanimidad del árbitro y del VAR, que no nos sancionaron con ningún penalti en contra. Así es que, no lloremos, ni nos quejemos tanto.