Así ha sido el 2022 del Albacete Balompié: del Riazorazo a LaLiga

Escrito por: Hugo Piña

jueves, 29.12.2022

Con más o menos dificultad de lo previsto, el Albacete Balompié cierra un 2022 exitoso donde los haya. Lo comenzó en Primera RFEF y lo finaliza a las puertas del play off de ascenso a Primera División. Y todo en apenas doce meses.

Quizá ese sea el sino de este Club, que tanto da y tanto quita a sus aficionados. Hace apenas un par de temporadas, en la 2020-21 el Albacete descendía de categoría merced a una desastrosa campaña y una preocupante tendencia con los movimientos de jugadores. Fue hasta razonable el descenso de categoría que al menos sirvió para reconducir la situación. Ahí están las flores que ahora vemos todos y que por cierto huelen mejor que nunca en el jardín llamado Carlos Belmonte.

• EL REPASO A 2022 • 

Ahora que decimos adiós al año es momento de repasarlo, de hacer un balance pero sobre todo de reconocer a algunas de las figuras más destacadas de este 2022 que se va marchitando.

Con Rubén de la Barrera a los mandos y con un equipo que creía a pies juntillas en lo que hacía. Con la ilusión retomada tras años de ‘basura futbolística’ gracias a un equipo de fútbol que tenía encomendada la difícil tarea de volver a LaLiga.

El año en sí y todo hay que decirlo arrancó con dudas tras las navidades. El Albacete cuajó partidos donde cierto es que mereció más pero donde no se ganaba: Nástic, Sevilla Atlético y Linares pescaron puntos frente a un equipo que por entonces se había remozado con las llegadas de hombres como Kike Márquez o Alberto Jiménez.

Había que confiar en los de Rubén de la Barrera. Y así se hizo, mostrando ese Albacete un elevado nivel de acierto ante sus rivales a base de un Kike Marquez que se erigió en pichichi destacado del equipo. Se notaba la ausencia en lo que a goles se refiere de hombres como Jordi Sánchez, quien sin embargo tendría preparada la traca final.

Siguiendo con el desarrollo cronológico del año, el Alba y De la Barrera promulgaban un fútbol sobón y por momentos abigarrado. Pero los resultados llegaban y poco había que objetar a ello. Sin embargo llegaron los momentos de la verdad y ahí la afición del Alba fue clave. Lo fue para reconocer que el estilo de juego de su entrenador no gustaba pese a la buena dinámica del equipo, cosa que se evidenció cuando llegaron los malos resultados.

La derrota en Andorra abrió heridas que parecieron dolorosas en muchos sentidos. Una derrota después de tantas victorias no significaba nada. Pero la forma de hacerlo y con casi medio millar de albacetistas en el país vecino significó mucho.

Fue un final de liga complicado. Las cosas como son. La herida estaba abierta entre la grada y su entrenador. Con el ascenso directo, pese a la buena segunda vuelta, imposible para el Albacete. Y con el segundo de los objetivos a tiro y de frente. Pero con un ambiente enrarecido. El último partido de liga regular frente al Costa Brava implosionó todo. Derrota en un partido donde el equipo de Rubén de la Barrera evidenció la situación y donde los 3.059 aficionados que asistieron al Belmonte mostraron sus discrepancias con el gallego.

Y hablando con acento gallego, el Albacete marchó a Galicia para disputar los play off. Con la moral por los suelos y con el ambiente cada vez mas enrarecido. Pero ahí estuvo siempre De la Barrera y su profesionalidad, convenciendo a sus chicos y mostrando en cada argumento que se podía. Como no intentarlo, como mínimo.

Se venció al Rayo Majadahonda con Jordi Sánchez y Rubén Martinez en estado de gracia para llegar finalmente ‘al partido’. No había mas. All-in. Y curiosamente frente al Deportivo en Riazor. ¿Será el sino del Albacete? Como fuere, De la Barrera hizo gala de su profesionalidad, de su buen hacer pese a la incomprensión social que existía en torno a él y doblegó, jugadores y acciones mediante, a su Deportivo. Porque a la historia le faltaba eso, De la Barrera siendo villano del Dépor y hacerlo en Riazor en favor de un Albacete que por momentos no lo comprendió.

• VUELTA A LALIGA • 

De gallego a gallego. De la Barrera optó por salir y evitar confrontamientos mayores en el futuro. El fútbol es así. Cuando uno gana es el más guapo y cuando pierde a la semana siguiente le ha cambiado el semblante a feo. Rubén optó por concluir su etapa y hacerlo en la cúspide, con el objetivo encomendado a su llegada.

Para entonces Alfonso Serrano, y del que poco o nada hemos dicho aquí, sacó de su chistera a otro gallego. Joven, apuesto, con un libro propio y con un mensaje fresco como su antecesor. A priori, muchos podían pensar en que De la Barrera y Albés eran una fotocopia futbolística.

Ni mucho menos. La pretemporada, las decisiones veraniegas pero sobre todo el estilo y con ellos los resultados mostraron poco a poco que Rubén Albés poco o nada tenia que ver con De la Barrera. La afición del Alba se enganchó a su argumento dialéctico, a su forma de hacer jugar al equipo. Así fueron llegando los resultados en el regreso del Alba a LaLiga, victoria tras victoria.

El Alba enganchaba, ilusionaba y emocionaba. Tanto, que cuando llegaron las derrotas, la afición y el entorno entraron en una pequeña crisis emocional. No en vano el Albacete llegó a ir líder de LaLiga SmartBank siendo un recién ascendido con el segundo menor presupuesto de la categoría.

Pero ahí han estado una vez más los jugadores para mostrar su valía con Albés de director de orquesta y su recién estrenada renovación hasta 2025. El equipo roza los play off de ascenso en este final de 2022 y lo hace además con una afición entregada a su equipo y entrenador. Hay que echar la mirada muy atrás para recordar algo similar en el Albacete Balompié.