La campana de Huesca (Opinión)

No sé cuánto tiempo hace que acabó 2022, pero han pasado tantas cosas y tantas sensaciones que tengo para mí, que los 32 puntos que llevamos en el capazo, son algo irreal, aunque no, hemos sumado esa barbaridad y, por momentos, hemos demostrado que somos capaces de eso y más. Pero yo no he venido aquí a coser y cantar, qué va, estoy aquí para recordarles a todos, que estamos jugando en la categoría más traicionera de todo el fútbol español. Y, si hay un campo donde se pone a prueba cualquiera que quiera algo de provecho, ese es El Alcoraz. La SD Huesca es, probablemente, el equipo más rocoso de la categoría, y eso, que estamos compartiendo viaje con conjuntos más duros que el diamante. Por eso repito, si queremos ser algo, necesariamente tenemos que pasar por un lugar donde sacar un punto, sería todo un éxito.

Tras la cita de Huesca, veremos hacia dónde vamos, puesto que pase lo que pase, habrá un antes y un después, ya que intuyo que estamos todos tirando de calculadora, cosa temeraria, por cierto, porque quedan veintiún exámenes, a cuál más exigente. Si ganamos se disparará la euforia, si empatamos, quizá también, así pues, todo indica que sólo la derrota nos haría mantener los pies sobre la tierra, pero ¿quién quiere perder? Es el turno de Rubén Albés para seguir conservando la calma, es momento de tirar de sentido común y asumir que rivales como los aragoneses, nos van a esperar tras cada esquina y que, mucho y bien tendremos que correr, si queremos seguir soñando con los cincuenta. Lo de ir más arriba, a estas alturas, me parece inoportuno, porque ahora mismo, no nos podemos permitir el lujo de soñar. Toca trabajar y sumar, aunque sea de uno en uno.

No tenemos mucha historia contra los oscenses, pero el referente más cercano es el partido que jugamos en casa y, recuerdo lo mucho que sufrimos y los dolores de cabeza que nos costó sumar aquellos maravillosos tres puntos, así es que, preparémonos a revivir aquel partido, ya que me temo que sufriremos peores jaquecas. En su campo, los aragoneses se muestran tan intratables, que están en el podio de los mejores, en esta faceta. Quizá, la única ventaja que tenemos es que, en Segunda, todos los partidos empiezan al cincuenta por ciento, con lo que la solidez azulgrana, más allá de su demostrada eficacia, tendremos que verla, aunque si quieren mi opinión, a mí no me gustaría que apareciese en ningún momento. Mas me temo que sí, que los noventa minutos de El Alcoraz, se nos van a hacer muy largos, sin embargo, me consuelo pensando que los locales, tampoco saldrán felices por encontrarse un rival tan en forma como los blancos de La Mancha. Pasado el infeliz trámite de Logroño, gracias a la distancia que ha puesto la Navidad respecto de aquel lamentable coscorrón, los muchachos de Albés, imagino que están ya dispuestos a seguir añadiendo muescas a las cachas de la navaja de la salvación.

Otro consuelo, y no pequeño, es que el Alba se desempeña mejor contra los fuertes que, contra los menos fuertes; no sé a qué obedece tal proceder, pero el caso es que es así, razón por la cual, debemos estar confiados en que los nuestros, obligarán a los oscenses a darlo todo si quieren seguir conservando su fortaleza casera.

Ganar en Huesca, ciertamente sería toda una campanada, todos lo deseamos, pero más deseamos que nuestro Alba, siga jugando bien y conservando la solidez.

Perdón por mi monotema, pero el objetivo no es otro, que el de llegar a tiempo a la cincuentena.