Escrito por: Hugo Piña
lunes, 23.01.2023
Victoria del Albacete Balompié en Andorra tras el gol de Manu Fuster. El triunfo por la mínima continúa en territorio pirenaico confirma el sobresaliente arranque de 2023 para un Alba que acumula 7 puntos de 9 posibles. Con estos tres nuevos puntos, los de Albés regresan a la zona de play off de ascenso a Primera División.
Llegaba el Albacete a Andorra con el deseo de continuar su dinámica de juego y resultados que le han llevado a la zona de play off de ascenso a Primera División. No en vano, los de Rubén Albés no conocían la derrota en un 2023 que había sido inmejorable en sus inicios. El duelo entre pirenaicos y manchegos tenía un invitado especial como el frío: -9º en el mercurio y hasta -16º de sensación térmica en un Estadi Nacional que contó con una docena de ‘locos’ albacetistas.
El arranque de partido fue frío entre locales y visitantes. Sin ocasiones y táctico hasta ser soporífero y donde las novedades llegaban en lo táctico con la inclusión de Carlos Isaac en el flanco derecho e Higinio en ataque. Sin Álvaro Rodriguez (sancionado) ni Juanma (hospitalizado), Rubén Albés definió un once donde sabía del celo local con la pelota. Había que jugar, por tanto, a la contra.
Y así planteó el Alba una primera parte donde poco o nada ocurrió. Eso sí, la polémica y como siempre, perjudicó al cuadro albacetista cuando en el 17’ de partido, y tras un error defensivo local, Dubasin fue agredido claramente por Mika Mármol al ir a cubrir la salida del guardameta del Andorra. Ni Quintero González ni el VAR observaron nada extraño y la acción se solventó con una aséptica falta.
En su desarrollo poco o nada ocurría sobre el frío verde andorrano entre unos y otros, y donde la más clara fue para el equipo local tras un saque de esquina donde un providencial Higinio salvaba el gol en la línea de cal. No obstante, las ideas parecían haberse quedado congeladas y las estadísticas mostraban la, nunca mejor dicho, cruda realidad: 0 disparos a portería y un 21% de posesión para el Albacete.
SEGUNDA PARTE
El segundo acto comenzó con la inercia positiva del Alba y con la premisa clara de amasar la pelota y desde ahí crecer. Sin apenas tiempo para ello, Álex Pastor cercenaba una acción que inicialmente Quintero González percibía con amarilla pero donde el VAR ajusticiaba con roja directa. Ahí, el partido cambió y con ello su guión de partido. El Alba, que había pasado desapercibido por completo con el balón, se encaminaba a ser ahora el dueño del partido.
Y no iban mal encaminadas las premisas, con Lander penetrando en área rival y generando la primera gran ocasión sobre el marco local. El Albacete y desde la posesión crecía a pasos agigantados sobre el verde pirenaico, con Maikel Mesa en estado imperial y con Manu Fuster como catalizador sobre un Andorra venido a menos.
Superado el ecuador del segundo acto llegarían las mejores ocasiones para el Alba. Maikel Mesa cabeceaba al travesaño en otro acercamiento sobre el portero del Andorra en lo que era la cocción del gol manchego. En el 74′ y tras una gran acción hilvanada, Manu Fuster conseguía el primero de la noche en el Estadi Nacional. Rubén Albés y sus ayudantes lo celebraban en la banda y Fuster sumaba una nueva diana para su nómina goleadora.
La rasmia del Andorra apremió a los de Eder Sarabia en un final de partido donde Albés introdujo cambios con el fin de reducir las pulsaciones al encuentro. El objetivo era mantener la calma y asegurar con ello un resultado inmejorable para los intereses del Alba, que con la victoria momentánea le hacían regresar a los play off de ascenso otra semana más.
Los instantes finales fueron un quiero y no puedo de pirenaicos y manchegos. El miedo a perder lo ganado hacía ver un Albacete timorato en zona defensiva con sufrimiento final.
