A mí me parece que ya hemos cantado línea (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 13.02.2023

Salvo algún impresentable, que todavía anda de trotamundos por ahí, engordando sin empacho su multimillonaria cuenta corriente, me cuesta encontrar un entrenador que haya perdido el respeto a un rival de forma reiterada. Alguna salida de tono, sí, muchas; alguna palabra más alta que otra, también; pero lo que se dice mofarse de un rival o del entrenador contrario, sinceramente, yo no lo recuerdo. Rubén Albés, puede tener muchos defectos, pero nunca el de ser un bocazas y, mira que ha tenido ocasiones, pero siempre ha sabido morderse la lengua. Es muy elegante y sumamente educado, y, ni contra el Málaga CF, ni contra nadie, el de Vigo, va a hacer el menor desaire. Entiendo la impotencia de Sergio Pellicer por haber dilapidado un partido, que se les puso de cara y, una melonada de uno de sus jugadores, lo empujó al abismo.

Los prolegómenos del partido fueron una fiesta en los alrededores del Carlos Belmonte, los muchos malacitanos que se desplazaron a la estepa manchega, se dejaron ver y oír, sin el menor incidente y ambas aficiones confraternizaron con tanta naturalidad, que los policías apostados, pasaron una mañana de risas, charlas, frío, y ninguna intervención.

Todo esto se trasladó al interior del estadio, porque cada afición tuvo su momento de gloria y expansión; afortunadamente quien rio primero, rio más y mejor.

Ya dijimos que el Málaga, está ahí abajo, no se sabe bien por qué, porque salieron del vestuario, ya con un gol en contra, pero no se descompusieron, remontaron y, de no haber sido por la auto expulsión, a esta hora, no sé si estaríamos festejando las cuarenta y cinco muescas, que decoran las cachas, de nuestra flamante navaja.

El caso es que, a este Albacete, no se le pueden hacer concesiones tan generosas, porque ya ha aprendido a gestionar con solvencia la superioridad numérica. Si en el once contra once, normalmente, es superior, con uno más, es cuestión de tiempo que desarbole al contrario. Podría haber terminado en goleada, pero la impericia, los goles anulados y el ansia por cerrar el partido, lo impidieron y está bien así, porque los visitantes se vaciaron y cayeron con honor, ya que no renunciaron a incomodar a nuestra defensa. Visto lo visto, se entiende muy mal, el lugar que ocupa el Málaga en la tabla.

El Alba sale muy reforzado de un partido con mucha guasa y, ya sí, está virtualmente salvado, porque los de arriba, han empezado a abrir hueco y, los de Albés, se han metido en la escapada buena. No hay fatalidad posible que impida ya festejar la salvación. Aunque la historia nos ha golpeado inmisericorde, esta vez, creo que no volveremos a tropezar.

En la medida de lo posible, lo que resta de campeonato, debemos dedicarlo a disfrutar, a soñar y a agradecer a nuestro Club, el año que nos está regalando. Todo está rodando tan bien, que ya hemos (casi) olvidado los años sórdidos de gestiones y resultados oprobiosos.

Del posible ascenso, hablaremos otro día.