Sugerencias de media temporada, no sé bien para qué ni para quién (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

miércoles, 22.02.2023

Quien sólo vea los resúmenes que, a bien tiene servirnos la Liga (antes, también conocida como, “Nacional”) de Fútbol Profesional, necesariamente tiene una visión sesgada, cuando no completamente diferente a cuantosucede en los partidos. En menos de dos minutos, uno tiene que hacerse a la idea de lo que aconteció y de lo que no pasó. No sé quién consiente estos desafueros, ni la razón por la cual, los resúmenes son tan patéticamente mediocres. Pero lo peor de todo, no es esto, que, siendo grave, a lo mejor es hasta anecdótico, lo grotesco es que es falso. Si se omiten jugadas y acciones clave, se está transmitiendo una idea demasiado confusa de cómo se desarrollaron las cosas.

 

Como en las viejas novelas de oeste que se vendían en los quioscos, y que todas, tenían 96 páginas, la cosa está limitada al minuto y medio de metraje.

 

Otra ocurrencia de LaLiga, porque me malicio que la cosa viene de ahí, es la irritante escandalera que provoca, en todos los campos, antes de los partidos y durante los descansos, el ruido que lejanamente y haciendo un esfuerzo, recuerda a los sonidos que se escriben en un pentagrama, ¿es necesario molestar al espectador de esta alienante manera? Ruido, ruido, ruido. Si, al menos, nos deleitasen con música clásica, algún pasodoble o baladas melódicas, pues mira, tendría un pase, pero esta atronadora tortura, verdaderamente es insufrible. No es que uno vaya a los estadios a entablar conversaciones elevadas sobre si Jorge Javier, es más profundo que Sócrates, o vaya a hablar por teléfono, pero ni aunque quisiera; todo se tiene que comunicar a voces. Y los más elegantes, a silbidos. Más ruido.

 

Y luego llega el orador o informante del micrófono, en español:“speaker”, ¿también tiene que vocear y tratar a la gente como masa amorfa? ¿no se puede contentar con contarnos los cambios, los goles, las alineaciones o lo que sea, sin tratarnos como rebaño? Claro que, ahora que lo pienso, a lo mejor es que en grupo, nos comportamos como tales.

 

No me hagan mucho caso, que estoy ya muy mayor y me estoy poniendo muy susceptible.

 

Sigo viendo el césped del Carlos Belmonte pisoteado por los que no van a jugar, ¿tan cansado sería dar la vuelta por detrás del banderín de córner del fondo norte, para ganar los vestuarios o los banquillos? Más parece una romería que una alfombra verde.

 

Lo de poner los asientos más bajos de nuestro estadio de color granate, teniendo un marcador antediluviano, se antoja en este punto una frívola ocurrencia más de un chupatintas ocioso, así que lo dejo para el receso estival, cuando estemos esperando el calendario de Primera o de Segunda.