Escrito por: Hugo Piña
sábado, 04.02.2023
Llegó la primera derrota del 2023. Y lo hizo en la particular ‘isla maldita’ para un Albacete Balompié que concedió demasiado en la primera parte y lo pagó caro. Eso sí, la derrota llegó tras un penaltito de Glauder sobre Enric Gallego a los diez minutos determinando el primer traspiés manchego y cortando la racha de tres victorias consecutivas. Como curiosidad, el Albacete repite números respecto al inicio de la primera vuelta.
Con la formación de gala y con un banquillo con fondo de armario. Así comenzó el Albacete su partido en el Rodríguez López ante un Tenerife que, como los manchegos, llegaba enrachado. El cuadro de Rubén Albés por su parte quería superarse a sí mismo con una cuarta victoria consecutiva, algo impensable para un recién ascendido como los blancos.
Albés frente a Ramis. Duelo frente a frente entre manchegos y tinerfeños en una jornada donde dirimir el sueño en blanco para el Albacete Balompié. Sin embargo, el Tenerife comenzó mejor el partido ante un Alba que como ocurriera la jornada anterior le costó mucho iniciar el choque ante el Lugo. Los de Ramis acosaban firmemente a la defensa manchega llegando por entonces un penaltito de Glauder a Enric Gallego. El colegiado no se lo pensó así como tampoco el delantero del Tenerife, que adelantaba (1-0) a los locales merced a una acción gris en la que no hubo dudas del trencilla.
Por detrás en el marcador y con relativa insuficiencia en el juego, los de Albés afrontaban un nuevo partido dentro de un primer acto en el que el Tenerife remaba a favor. Con el resultado en contra y después de una presentación mala como semanas atrás, el técnico vigués pedía a los suyos controlar la pelota y crecer desde campo propio.
Fruto de la consecuente mejora albacetista llegaron las ocasiones para el Alba obra de Dubasin de cabeza e Higinio también de cabeza momentos más tarde. Riki pero sobre todo Manu Fuster cohesionaban mejor el desarrollo de juego de un Albacete que pese a llegar incluso a voltear las sensaciones iniciales no conseguía plantarse ante la meta de Soriano. El encuentro eso sí era de un ritmo apabullante con un cuadro manchego que por momentos se mostraba más elocuente en lo que viene siendo su maravillosa campaña. Desde los flancos con Julio y Álvaro se intentaban generar nuevas acciones de peligro ante las que la falta de acierto impedía equilibrar el marcador. El tiempo de descanso llegó y tanto Ramis como Albés ejercieron su papel para dar nuevas instrucciones.
SEGUNDA PARTE
El segundo acto comenzó con la permuta en el eje de un amonestado Glauder por Momo Djetei. Con el fin de evitar un susto en un partido incómodo para el colegiado, Rubén Albés propició una permuta que hacía semanas no definía.
A efectos tácticos poco o nada cambiaba en la formación este cambio a un Albacete que necesitaba madurar más y mejor la pelota. Cierto es que la posesión era favorable a los manchegos pero no menos cierto que los de Albés estaban demasiado densos en ataque. Eso lo aprovechaba el cuadro de Luis Miguel Ramis que vivía tranquilo y sin el azote de los Higinio o Dubasin.
El Albacete necesitaba más que nunca a Riki Rodríguez para amalgamar su medular y crecer desde ahí. Pero no estaba siendo la tarde del asturiano, al que le costaba entrar en juego y eso no percibía el equipo. Posesión sí, verticalidad ninguna. Y de ahí nacían los males del equipo en su visita al Rodríguez López ante un Tenerife bien pertrechado en líneas generales
El técnico vigués no lo veía claro y por ello daba entrada a futbolistas de ataque como Dani Escriche. Además refrescaba el flanco izquierdo con Juan María para buscar mayor profundidad ante un rival que defendía a la perfección.
QUERER Y NO PODER
Lo cierto y verdad es que el Albacete se mostraba más acompasado en un segundo acto donde sin embargo no podía penetrar la guarnecida defensa provista de Ramis. Tampoco la generación de Escriche permitía penetraciones de peligro en un partido que languidecía y donde Albés daba entrada a Carlos Isaac y Fran Álvarez con el expreso deseo de concretar una acción. Los deseos no se llevaban a cabo y el cuadro albacetista veía como la primera derrota del 2023 se acercaba.
Como gato ‘panzarriba’ se defendía el cuadro chicharrero ante el arrebato del Albacete Balompié. Pero ni tan siquiera la superioridad por entonces de los manchegos tuvo premio final ante una inmejorable defensa como la del Tete. Primera derrota del año y a pensar en el Málaga.