La derrota como enseñanza (Opinión)

Este partido ha sido la segunda parte del de la ida. Estábamos tan ansiosos por restañar las heridas aquellas que, en mala hora, nos olvidamos de que el Granada CF,es un equipazo con toda la pinta de jugar en Primera en breve. Luego me acusan de pedante, pero la psicología juega un papel fundamental en el fútbol y lo de Los Cármenes pesó más de la cuenta. Lo importante es que el Alba sigue a lo suyo, hemos perdido contra un gran equipo y duele, pero más dolió el no-partido de la ida. Lo bueno de estas citas es que vemos que nuestro Alba, puede codearse con los gallitos y, si no ganarles, al menos vende muy cara la derrota.

Habíamos dicho que ahora tocaba disfrutar y en eso estamos, jugamos contra los más grandes, llenamos el Belmonte, tenemos a toda la afición implicadísima, tenemos un buen equipo y un excelente entrenador, por lo que una derrota contra un enorme equipo, no nos va a dejar postrados y llenos de dudas.

Quedan diez jornadas de fiesta, lo que venga después, sólo Dios lo sabe, pero lo que sabemos todos es que estamos disfrutando incluso en las derrotas, que no llegan a ser disgustos, porque este Alba no es el Alba timorato y ramplón de otros años, este Alba apunta a proyecto sólido.

Es verdad que el Granada sabía que para ganarnos tenía que mostrar los galones y, con todo y con eso, tuvo que pedir la hora. Ahora, nos toca felicitar al rival y seguir disfrutando de los nuestros y seguir escuchando la ponderación de Rubén Albés que, cuando las cosas no salen bien, no le duelen prendas en llamar a las cosas por su nombre; son estos pequeños detalles, los que me reconcilian con mi Alba.

Lo que debemos hacer es no llorar por las esquinas y seguir como si tal cosa, perder cada cinco o seis partidos es motivo para cualquier cosa, menos para caer en la depresión. Ya sabemos que, como mínimo, jugaremos el año que viene en Segunda pero, ¿por qué no seguir creyendo en el milagro? Vemos semana a semana, que nadie tiene garantizados los tres puntos juegue contra quien juegue, así que, a limpiarse el polvo de la derrota y a encarar los próximos rivales que serán como los granadinos o más complicados. No hay tiempo para lamentos, eso es cosa de perdedores.

Repito: con el equipo que tenemos, debemos estar tranquilos, con el equipo y con la afición, porque el Alba de este año, está insuflando una autoestima a toda la ciudad, que hacía tiempo no se veía por estos pagos. Ver el Belmonte como en las grandes ocasiones a falta de diez partidos, es señal de que la ilusión se ha instalado en la gente y, algo me dice que, si llegamos al final y no sucede el milagro, nadie se va a rasgar las vestiduras.

Hemos aprendido a valorar lo que tenemos y por seguir un año más en Segunda, no vamos a dejar de apoyar a los nuestros. Nadie en su sano juicio puede pretender ganar siempre, lo que está en nuestras manos es crear un club serio y con futuro y, estamos en una dinámica de lo más positiva.