A pesar del 10 contra 12, Fiesta en el Belmonte (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 01.05.2023

Todo lo del partido contra el Cartagena fue positivo, fundamentalmente la actitud de los jugadores blancos ante la adversidad, no la maquinada por el FC Cartagena, sino por la del rival, el único que tuvo el Alba. Y ya no quiero seguir hablando del innombrable.
Desde que empezó la temporada, ya es todo un clásico luchar contra los elementos sobrevenidos, pero los nuestros muestran un cuajo y un temple, dignos de mejor causa.

Tampoco quiero que se me pase la mención a la afición albinegra, que dio toda una lección de civismo, pero permítame matizar que lo tenían fácil, porque en Albacete hay que ser muy idiota para no estar a la altura de la gente manchega. Fue emocionante el recibimiento en el estadio y la ovación que los forasteros nos dedicaron, devolviendo los parabienes. Ya, a lo largo de todo el día, la ciudad fue un ir y venir de gentes vestidas con sus colores, familias, niños, jóvenes, parejas, en fin: la fiesta del fútbol. Miles de personas y ni medio incidente desagradable que reseñar, me parece que es motivo suficiente para abrir telediarios. Pero ya se sabe, Albacete ¿eso qué es lo que es?

La elegancia del míster rival, reconociendo el partidazo del Alba, no esconde que los de Cartagena venían, descaradamente buscando el empate. No se notó su superioridad numérica y las pasaron canutas para llevarse el punto que, en once contra once, nadie piensa que lo hubiesen amarrado, pero esto es jugar a las adivinanzas.

Rubén Albés, con la costumbre que tiene, movió sus peones de tal forma que los visitantes, seguían con las precauciones propias de quien se siente inferior y, es que, ahora mismo los blancos son un equipo temible. Es un quebradero de cabeza encarar a un conjunto tan osado y tan bien trabajado. El empate nos sabe a poco tras lo visto, pero tal y como se desarrolló el partido, hay que darlo por muy bueno. Quedan partidos suficientes para asegurar la promoción, pero la afición tiene perfectamente interiorizado que tenemos un equipo que dignifica este juego.

La gente de Albacete, la afición, incluso el forofo medio, está encantado con las formas que despliega la muchachada blanca, demostrando así, que sí, que queremos que gane nuestro Alba, pero demostrando también que en las gradas del Belmonte hay mucho melómano que distingue perfectamente la paja del grano. Todos hemos visto que, incluso perdiendo partidos, la grada despide con aplausos a quienes juegan bien y que, si no están más arriba, es por azar o porque enfrente hay conjuntos muy resabiados.

Da gloria ver que los patadones y otras estridencias, son utilizados sólo en caso de extrema necesidad; se elabora, se crea, se juega sin balón y se busca el arco contrario con tozudez.

Contra el Cartagena, se volvió a dar otra lección de pundonor, pero no el de la testosterona, no, sino el de la inteligencia y la creatividad; no se pudo más, pero todos sabemos que estamos en buenas manos.