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sábado, 10.12.2011

Ha sido, sin duda alguna, una de las noticias de más transcendencia en los últimos años en el Albacete Balompié. La familia Iniesta, y más concretamente el genial futbolista campeón del Mundo, se ha convertido en el máximo accionista de la entidad tras invertir 420.000 euros que han supuesto la compra de 7.000 acciones.

La escasa respuesta empresarial y ciudadana a la última ampliación de capital, ha permitido que Andrés pase de no tener representación a ser el nuevo “jefe” de la sociedad deportiva, salvando una ampliación que iba camino de ser un estrepitoso fracaso.

Que Iniesta se convierta en el nuevo mandamás del Alba es motivo de felicitación para todos. Pese a que muchos se muestran reticentes a qué hará el de Fuentealbilla ahora que ha llegado. Hay muchos a los que los cambios nos asustan, pero, ¿realmente había alguna posibilidad mejor? ¿Hubiésemos preferido que la compra de estas acciones las efectuase aquel  desconocido empresario mexicano que sonó? ¿Vamos a preocuparnos ya por el hecho de que el padre de Andrés entre al Consejo? Han puesto casi medio millón de euros, ¿y vamos a negarle que quiera tomar parte en las reuniones donde se decidirá el futuro de la entidad?

¿Y qué que sea el futuro vicepresidente deportivo? La marca Iniesta vende y estamos seguros que José Antonio Iniesta no querrá entrar como elefante en cacharrería, a formar equipos como si de una partida del “FIFA” se tratara, y su presencia ayudará a mejorar, incluso en el plano deportivo. En todo caso, han dejado claro que hará de nexo entre el Consejo y Antonio Gómez, por lo que éste último, será el responsable principal en la parcela deportiva. Es lo mejor. Que sea Gómez, el profesional en la materia, quien siga ejerciendo su cargo con amplia libertad de movimientos.

No se debe criticar a la familia Iniesta porque quieran ayudar, incluso desde dentro, en este nuevo Albacete. Si las cosas se hacen mal, ya habrá tiempo y lugar para la protesta. Ahora sólo cabe agradecerles el gesto que han tenido hacia un Albacete en horas bajas. ¿Cuántos equipos medianos y pequeños como el Alba suplicarían por tener un Iniesta en su tierra? ¿Cuántos futbolistas o gentes de renombre nacidos en esta tierra se han preocupado así por este club?

En este momento me pongo en el lugar de un aficionado del Castellón, Burgos, Cultural Leonesa, Puertollano… y me llevaría las manos a la cabeza si viera cómo después de la ayuda que Iniesta ha hecho al equipo de su tierra, cuando nadie apuesta por ese club, metido de lleno en 2ª B y con un futuro nada halagüeño, son tantos los seguidores que más que agradecidos parecen preocupados por el desembarco de este nuevo accionista mayoritario.

Y en el caso de que decidieran coger las riendas del club, ¿qué? Estamos cansados de que el Alba siempre haya sido dirigido por los mismos, que nos han conducido a 2ª B con una situación económica que amenaza con acabar con la entidad. ¿Lo iban a hacer peor los Iniesta? ¿No es ya hora de que corran nuevos aires por esta entidad? Y si hay alguien que deba hacerlo, ¿qué mejor que Iniesta? Si el Alba en 3 años no ha vuelto a Segunda, ¿va a dejar morir Andrés la entidad donde acaba de invertir más de 400.000 euros? ¿No hay más motivos para estar agradecidos y afrontar con optimismo que con recelo el futuro de este nuevo Alba de los Iniesta?

Vamos a empezar por agradecerle el gesto, recordándole, eso sí, el papel que va a desempeñar a partir de ahora: es el máximo accionista del club más importante de Castilla La Mancha, y eso exige compromiso y actuar con responsabilidad. El Alba no es un pasatiempo, y seguro que lo sabe.  No se invierten 420.000 euros en algo si no es para tomarlo en serio.

Cuando lo merezca se criticará, pero ahora nuestro mensaje es único: ¡Gracias Iniesta!