Comprensivo con las críticas y la reacción de una afición que, sin embargo, conserva la fidelidad en su asistencia al Carlos Belmonte. Así se mostraba el presidente José Miguel Garrido con respecto a la afición del Alba:

Entiendo los pitos porque la afición es soberana, bastante suerte tenemos de que yendo últimos vayan 8000 personas al campo y es entendible que muestren su disconformidad. Cuando el equipo no demuestra competitividad, la gente lo demuestra cívicamente silbando o mostrando su desacuerdo. Si fuéramos primeros, ¿cuánta gente vendría? La afición siempre apoya y es fiel, lo que no podemos pedirles es que encima de jugar como estamos jugando y yendo últimos, encima nos aplaudan.