Vamos a Santa Cruz atados al mástil (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

viernes, 09.11.2018

Decíamos ayer, como quien dice, que Ítaca queda muy lejos y sólo debemos dejarnos llevar disfrutando cada singladura. Mas hete aquí que durante toda la semana se ha estado hablando en todos los mentideros catódicos,radiofónicos y hasta de papel, que el Alba está fuerte, que si es candidato al ascenso, que si tal y que si cual. Pamplinas.

Sugiero que hagamos como Ulises y nos dejemos de monsergas. Atémonos al palo mayor y dejemos que los trinos de las sirenas los escuchen los incautos, si no queremos estamparnos contra los arrecifes e irnos irremisiblemente a pique.

La travesía está siendo plácida, pero no es más que una ilusión, la derrota está llena de peligros emboscados, cíclopes, tormentas o los mentados cantos de las sirenas, entre otras muchas añagazas. Y esto es sólo el comienzo. Nuestro Alba se ha plantado en la zona noble, se ha sentado a una mesa donde no se le esperaba y resulta que hasta caemos graciosos. No nos dejemos engatusar, que hablen de nosotros bien, mal o como quieran, pero no caigamos en la trampa de escuchar halagos cargados de mala sombra.

Por tercera vez, nos hacemos a la mar en la que, previsiblemente, será nuestra tercera y última salida de la península en toda la temporada. Esta vez nos toca visitar en Santa Cruz al CD Tenerife, equipo con trayectoria errática hasta el momento, pero al que no es fácil jugarle, sobre todo en el Heliodoro. Apenas ha ganado dos partidos en lo que va de curso, ambos como local; el Albacete, por tanto, debe aprovechar las dudas de los chicharreros y salir con el cuchillo entre los dientes. Nada de confianzas.

Tampoco estaría de más encadenar una tercera victoria consecutiva, hecho del que todavía no hemos disfrutado y que pondría a los nuestros definitivamente en boca de todos.

Teniendo en cuenta todo lo arriba expuesto, creo que voy a dejar de lado mi pertinaz relativismo, mi no menos cansino pesimismo y voy a osar ponerme en modo optimista. Veo a los nuestros henchidos de gozo, moderado, pero gozo al fin y al cabo y me estoy contagiando.

Y la fiel afición, a lo nuestro: no extraviemos la prudencia, cojamos la soga, atémonos y, para evitar tentaciones sobrevenidas, pongámonos tapones en los oídos.