Dios nos asista (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

martes, 17.09.2019

No sé quién fue el inventor de una categoría con veintidós equipos nada menos, eso obliga a improvisar jornadas en mitad de la semana para cuadrar un calendario, que junto con la Copa del Rey y las promociones finales, completan una agenda verdaderamente excesiva.

No sé si compete a la Liga Nacional de Fútbol Profesional o a la Real Federación Española de Fútbol o a alguna plataforma televisiva, pero el caso es que el aficionado tiene poco margen, más allá de ir a retratarse en la taquilla o en el pack de internet + móvil + TV + una barra de pan o similar.

Al Alba le viene bien el hecho de no parar los motores, porque convendría cambiar drásticamente el rumbo y no darnos coba fustigándonos y maldiciendo nuestra malasombra. Si salimos con bien de la cuesta arriba queestá suponiendo el primer cuarto de campeonato, nos quedaremos más tranquilos, pero si por el contrario en un par o tres de jornadas estamos en el precipicio, todavía habrá margen de enmendarse, eso sí, con alguna decisión traumática, pero se trataría de llegar a Navidad fuera de UVI.

Ya dejé dicho que la botella sigue medio llena, las señales no son buenas, pero el hecho es que a la botella aún le quedan unos cuantos tragos. La afición está deseando recibir señales para combatir la energía negativa que, inmisericorde, se va hacinando jornada a jornada, de lo contrario se va a deshidratar.

Yo lo que echo realmente en falta, no es un jugador en una demarcación concreta, el Alba adolece de ese jugador veterano, sobreviviente en mil batallas, el típico referente capaz de levantar la moral de las huestes abatidas, controlar un partido tosco, provocar al rival, hacer la faltita justa en el momento oportuno, ese jugador no lo ha tenido nunca el Alba, o al menos no recuerdo a ese perro de presa que cualquier equipo falto de recursos técnicos debe tener como referente; en Segunda, ese tipo de jugadores, digamos polivalentes, siempre son un plus. Cierto es que ahora el fútbol es menos racial, pero siempre hay un hueco para la experiencia y el control de los biorritmos.

Más que lecciones tácticas lo que ahora necesitamos es unautobús de psicólogos, el plantel es el que es, pero cuántas escuadras más ajustadas que la nuestra no hemos visto conseguir grandes logros, eso sí, con un fútbol sin muchos arabescos, pero ¿quién piensa ahora en el tiqui-taca?.

La última vez que visitamos El Alcoraz, empatamos a cero. Lo firmamos, ¿verdad?.