Lluvia, frío e injusticia (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

domingo, 10.11.2019

Entre estornudo y estornudo nos retiramos del Belmonte cabizbajos, pero en absoluto disgustados, bueno, disgustados con el absurdo resultado que nos dejó el partido contra el CD Lugo, pero en absoluto con el desempeño de los nuestros, que jugaron una segunda parte más que digna. Como muestra, debemos reseñar que el mejor de los forasteros fue su cancerbero.

Estas cosas son así, para una vez que nos rematan, van y la enchufan. Fútbol es fútbol.

La testosterona no es más que un elemento de la receta, tan necesario para sacar adelante los encuentros como cualquier sutileza táctica, pero yo por momentos disfruté viendo a mi Alba jugando y buscando la victoria con denuedo. Era una temeridad, porque los gallegos pusieron el autobús sin ningún recato y, claro, en el único desajuste defensivo que tuvimos, nos doblegaron.

Lo de los balones a la olla, es recurso pobre y signo de carencia de ideas, pero a veces suena la flauta y la presión descentra al rival;no fue este el caso. Pero mejor eso, que jugar a nada. De todas formas, hay que darle una vuelta a la táctica porque el Lugo, tampoco es equipo de Liga de Campeones y nos superó. No en juego, pero sí en efectividad, que como todo el mundo sabe, es casi lo único que cuenta en el balompié.

Sigo sin entender por qué los árbitros disparan sus tarjetas amarillas con tanta facilidad cuando se trata de castigarnos, no pretendo justificar la derrota, pero observo que contra los blancos se pita mejor. Con otros, los trencillas, tienen más miramientos.

Justo cuando mejor estamos jugando, es cuando estamos perdiendo, y esto sienta particularmente mal, porque uno sigue creyendo que el fútbol tiene algo que ver con la justicia y no, me temo que no. Es, ya lo he dicho en otras ocasiones, el deporte más cruel, donde el que juega peor o utiliza subterfugios extradeportivos, suele llevarse el gato al agua. Y esta vez, aunque no vi gato alguno, sí que lo del agua viene al pelo. Qué manera de llover y qué manera de entrar de lleno en el invierno. El otoño y la primavera, ya se sabe, no tienen mucho espacio en La Mancha.

Lo de las victorias por la mínima, se está convirtiendo en derrotas y encima de forma cruel, aunque una derrota, siempre duele. Lo que nos deja el chasco es que seguimos con gasolina en la reserva, pero que viene un tramo sin muchas estaciones de servicio a la vista, con lo que deberemos conducir con más suavidad y sin tantos frenazos, a ver si de una vez por todas conseguimos una velocidad estable. Hay gasolineras, lo que tenemos que hacer es encontrar alguna y repostar.