Covid es nombre de perro (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

viernes, 25.09.2020

Seguimos con cierta preocupación el inicio de la temporada de nuestro Alba y del virus importado o impostado, que tantos dolores de cabeza nos está dando a la población mundial en general y, en particular y muy angustiosamente, a la española, sobre todo a la infantería, a la que mantiene el cotarro, vaya.

Las nuevas medidas adoptadas esta semana por el gobierno británico han levantado las justas protestas de toda la «Premier League». Se quejan, entre otras cosas, porque dicen que pierden unos 100 millones de libras a la semana, como lógica consecuencia del cierre de los estadios al público. No se necesita ser ningún genio de las finanzas, para deducir que si los ricos andan pidiendo árnica, excuso decirles el desastre que para los equipos, de todo el orbe, menos profesionales o directamente aficionados, puede suponer esta y otras regulaciones del mismo tenor. Por lo visto, ni la televisión ni la publicidad, pueden ellas solitas mantener el tinglado; se necesita a la masa, a la tan denostada «gente», esa que vocifera y se desahoga en los recintos y a la que se está castigando de forma inmisericorde. Si esta masa tomara verdadera conciencia de la fuerza que atesora, otro gallo cantaría, pero la pasión, y otros opios similares, nos impide ver más allá de nuestra nariz.

Tengo mucha más madera para contarles, pero por hoy ya es bastante, centrémonos en nuestro Alba, que tiene otra cita de envergadura en la que será la tercera jornada del campeonato. Visitamos al CF Fuenlabrada, que, al cabo solamente de una temporada primeriza, ya se ha instalado en Segunda con vitola de equipo de campanillas, contando en todas las apuestas para volver a repetir la hazaña del año pasado.

Creo llegado el momento de, al menos, estrenar nuestro casillero de goles a favor. A priori, un empate sin goles, siendo un buen resultado, no seria una buena señal. Debemos empezar a desprendernos del rosco que nos persigue desde hace milenios. Y, a vueltas con mi romanticismo demodé, pido, ruego e imploro, que si por ventura tuviésemos el santo de cara e inauguramos el marcador, de ninguna manera nos conformemos, urge contarle a toda la categoría, que este Alba no es el del año pasado. Si empezamos a jugar con furia y mala leche, los rivales empezarán a respetarnos, mientras demos la imagen lamentable que llevamos adherida a nuestro escudo desde antes de la navidad pasada, seguiremos en el pelotón de los torpes.

Lo visto la semana anterior, ya ha quedado dicho, quedó en el marcador y en ningún otro lugar, eso creo que es un buen punto de partida. Evidentemente nadie ha festejado la derrota, pero las sensaciones dejadas han devuelto la esperanza a la parroquia blanca. Y, ya que me sacan el tema, a mí no me disgusta en absoluto, jugar con calzones granates. Los motivos, no dejan de tener su ración de patetismo, pero los colores de la indumentaria me parecen acordes y ¿qué quieren que les diga?, me recuerdan lejanamente al Queso Mecánico. Desde luego mejor que ir denegro, o arrastrarnos con esos colores y mezclas insoportables y difícilmente reconocibles, que se ven tan a menudo por esos campos de Dios.