Otro match ball (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 23.11.2020

Papelón el que tiene nuestro Alba en su duelo contra la UD Almería. Nuevo jalón en nuestro vago caminar en otro año, que como todo parece indicar, no entrará a formar parte de la Historiade los nuestros. Los rojiblancos andaluces, se vienen hasta La Mancha como buitres, para devorar la pieza que se ofrece semana a semana a nuestros rivales; están muy arriba y nosotros, bueno, nosotros estamos donde estamos, así que el pronóstico es altamente previsible. Salvo, claro está, que la semana haya deparado nuevas puestas a punto o, simplemente, propósito de enmienda y cambio de actitudes.

Tras la última charlotada, mucho se ha escrito sobre el momento anímico de algunos de nuestros jugadores. Anímico y deportivo, se colige pues, que la cita contra los indálicos no será un partido cualquiera, sino el momento de reivindicarse. Si salimos con bien del envite, habrá que dejar un espacio a la esperanza, pero todo lo que no sea una victoria, nos llevará a la insoportable depresión.

Ciertamente, y creo hablar en nombre de muchos albacetistas, estamos más que hartos de vivir en los arrabales de la competición, de arrastrar nuestro nombre, de ver cómo pasan las temporadas y seguimos sin dar un paso al frente, de ver cómo nos ganan hasta los cadetes de cualquier rival; en suma, que echamos de menos al auténtico Albacete Balompié, ese que nos cambió la vida no hace tanto. Y digo bien, o al menos, lo digo por mí, a mí el Queso Mecánico me cambió la vida, como me la cambiaron algunos libros, algunas películas, algunos amigos y algunas mujeres y más cosas; pero no voy a aburrirles con el triste relato nostálgico de un evocador de glorias que fueron y, lo vemos semana a semana, no tienen pinta de volver a corto plazo.

¿Se nos viene encima otro disgusto? No lo tengo claro. Sobre todo, porque cada vez son más previsibles y por ende, ya lostenemos perfectamente interiorizados, tanto el disgusto, como el aburrimiento inmisericorde al que nos vemos sometidos. Qué manera de ver pasar los minutos sin que pase nada, o sí, porque en realidad cuando vemos avanzar el tozudo reloj, sin más, todos sabemos lo que nos espera: esperar que suene la flauta, marcar y poner el autobús. Esas, y no tengo ni pajolera idea de fútbol, no son maneras, así no vamos a salir nunca de la mediocridad.

Se suponía que el nuevo entrenador iba a insuflarnos tácticas más osadas, un fútbol abierto y más optimista, y resulta que estamos como antaño, digo yo, que para ese viaje, con un neceser era más que suficiente. De declaraciones altisonantes y culpas al maestro armero, estamos muy cansados.

Ciertamente, todos los equipos tienen altibajos, pero el Alba, hace tiempo que sólo tiene bajos, los altos ni los vemos, ni, lo que es peor, los atisbamos. Tristeza es lo que siento, viendo a los nuestros deambular sin otra inquietud que la de amarrar un empate, evidentemente, triste.

Siempre trato de terminar mis arengas dejando un hueco al optimismo, pero también los psicólogos van a terapia y los curas se confiesan, así que yo creo llegado el momento de pedir, cuando no exigir, a quien corresponda, un esfuerzo para dignificar nuestro nombre y dar una alegría a la sufrida y aletargada afición. Siquiera sea por quienes ya no están entre nosotros y tanto disfrutaron viendo nuestros castillos y nuestro murciélago dando de bofetadas a cuantos dragones se nos ponían por delante. O tempora, o mores.Aunque, como dijo el poeta “cualquier tiempo pasado, fue anterior”.